“A una madre siempre se la espera con emoción y gozo”

  • Monseñor Barrio recibió en la Puerta Santa a la imagen de la Virgen que, con la iniciativa “Madre Ven”, peregrina por tierras españolas

El arzobispo de Compostela, monseñor Julián Barrio, recibió este viernes en la Puerta Santa de la Catedral compostelana a la imagen de la Virgen que, dentro de la iniciativa “Madre Ven”, peregrina por tierras españolas procedente de la ciudad de Éfeso. “A una madre siempre se la espera con emoción y gozo”, afirmó el arzobispo en una breve homilía de la Liturgia de la Palabra con la que los peregrinos que acompañan la imagen de la Inmaculada fueron acogidos en la Catedral de Santiago.

La Plaza de la Quintana fue en la tarde de este viernes 23 de julio un “atrio mariano” al que llegaron los peregrinos que acompañan esta imagen de la Inmaculada Concepción. Un “atrio” que era obligado para acceder en este Año Santo Compostelano a la Catedral por la Puerta Santa. Allí esperaba monseñor Julián Barrio la entrada de María. “Hoy nosotros, en nombre del Apóstol Santiago”, dijo el arzobispo en sus palabras de bienvenida a la Virgen, “acogemos a nuestra Madre”, acontecimiento que definió como “un honor inmerecido”.

Los peregrinos habían iniciado en Sigüeiro esta etapa que les traía a la Casa del Señor Santiago. Allí habían rezado Laudes por la mañana. A primeras horas de la tarde llegaron al Cruceiro de San Pedro. Era el último tramo del Camino francés. Y lo hicieron acompañados por los componentes de la Banda de Música de la Brilat con quienes recorrieron las rúas compostelanas, en compañía, además, de distintos miembros de las diferentes cofradías con presencia en Compostela. Antes de atravesar la Puerta Santa, la Banda de Música de la Brilat entonó el Himno Nacional. Emotivo momento que fue seguido de “vivas” a la Virgen María y a España.

“Después de casi 1.300 kilómetros recorridos, este es un momento serio de nuestra peregrinación”, había dicho Enrique de Simón, que ejerce como portavoz de “Madre Ven”, en declaraciones a COPE Santiago para referirse a la llegada a Santiago. De Simón explicaba que a lo largo de las jornadas transcurridas desde el inicio de la peregrinación “es increíble cómo la Virgen va tocando corazones”. La andadura con la imagen de la Inmaculada había dado comienzo el pasado 1 de mayo en la basílica del Pilar de Zaragoza.

Monseñor Barrio, quien también se unió a los peregrinos en el rezo del Santo Rosario en el interior de la Catedral, comentó en su homilía que “María ha entrado por la Puerta Santa para indicarnos a nosotros que este Año Santo Compostelano tiene que ser un año de gracia y de salvación”.

“Ojalá te encuentres a gusto en esta casa de Santiago”, le dijo el arzobispo a María tras hacer alusión al cántico del Magnificat. “Tú conoces nuestras necesidades”, añadió monseñor Barrio. “Te pedimos que nos ayudes a encontrarnos con tu Hijo que nos trae la salvación”, manifestó. “Necesitamos que te hagas presente en nuestras vidas, como lo hiciste con el Apóstol Santiago”, pidió el arzobispo compostelano.

Precisamente, la idea de los organizadores es rememorar en este Año Santo Compostelano la visita de la Virgen María al Apóstol Santiago en el año 40 desde su casita en Éfeso hasta las orillas del Ebro, para animarle y darle esperanza cuando se encontraba triste y abatido.

La imagen de la Virgen recorrerá los lugares más significativos de la espiritualidad en España y concluirá su camino en el santuario del Cerro de los Ángeles ante el Sagrado Corazón de Jesús, el 12 de octubre, solemnidad de la Virgen Pilar y fiesta de la Hispanidad.

Hace solo unos días monseñor Julián Barrio había grabado un video de acogida ante la presencia en la Archidiócesis compostelana de esta imagen de la Virgen, que permanecerá en Compostela hasta el Día del Apóstol Santiago, el próximo día 25 de julio. Al terminar el Santo Rosario, los peregrinos asistieron a la Eucaristía que presidió el obispo auxiliar, monseñor Francisco José Prieto, quien se había unido jornadas antes a los peregrinos en la etapa que partió de Ferrol.