Acompañados: habilidades

No es necesario haber obtenido un doctorado en la Universidad o haberse formado en un cuerpo de élite de las Fuerzas Armadas para resolver el “orden del día” de la “cuarentena”. No faltarán las cualidades propias y la ayuda de otras personas a nuestro alrededor. Dicen que la “habilidad es la riqueza de un hombre libre.

En nuestro tiempo y en nuestra historia ha crecido exponencialmente el desarrollo y la formación para una habilidad especializada.  Una trabajadora, no docente, de una universidad en la que trabajó durante 40 años, definía “especialista” como “el que sabe cada vez más de cada vez menos y acaba sabiendo casi todo de casi nada”.  Esa superespecialización al 100% de una habilidad puede hacer que olvidemos el resto de habilidades que forman parte de la vida, como si se cerrara la puerta para adquirir nuevos aprendizajes y conocimientos, como si se cerrara la puerta a la espiritualidad humana y creyente como habilidad para acercarse a la realidad que nos ha sido dada como un regalo para hacerla crecer y multiplicarla.

Padre Roberto