Bioética y Covid-19: ¿es lícito dejar de cuidar a los enfermos más ancianos? Criterios de la AEBI

La Asociación Española de Bioética y Ética Médica (AEBI), con más de 25 años de experiencia, ha afrontado estos días la reflexión sobre una pandemia que satura los hospitales. El COVID-19 ha causado ya 33.000 infectados y 2.200 muertos en España; las funerarias de Madrid no trasladan ya a los fallecidos por coronavirus, dejándoselo al Ejército, y en las pistas de patinaje del Palacio de Hielo se ha habilitado un depósito de cadáveres.

Desde siempre, la ética médica ha reflexionado sobre cómo repartir los recursos sanitarios escasos de forma justa, sabiendo que cada enfermo es una persona valiosa y digna que requiere atención. Pero, si escasean las camas, las máquinas de respiración asistida, etc… ¿deben negarse a un anciano de 90 años para ser asignadas a una madre de familia de 45 años?

Sólo en situaciones extremas de colapso asistencial es conveniente actuar con criterios que primen el bien común sobre el bien particular de los pacientes”, explica la AEBI en un comunicado que reflexiona sobre los criterios éticos a la hora de tomar decisiones médicas.

No se ha de utilizar de forma aislada o principal el criterio de la edad a la hora del acceso de los pacientes a los recursos disponibles”, añade.

“Antes de llegar a estas situaciones hay que valorar otras alternativas como la derivación a otros hospitales o el traslado de enfermos más leves a otros establecimientos sanitarios o a otros provisionalmente creados”, propone la asociación.

De hecho, en España se está recurriendo a hoteles medicalizados y en Ifema (el recinto ferial de Madrid) se han habilitado 1.400 camas para pacientes sin coronavirus (cáncer, diabetes, embarazadas, etc…), con la previsión de dedicar 3 médicos y 2 enfermeros cada 20 camas.

La prudencia incluye el deber de previsión de los países y regiones que aún no están saturados por la pandemia y “la planificación anticipada por parte de los gestores de salud que se está realizando en diversas partes del país donde la pandemia aún no ha alcanzado su mayor virulencia”.

Publicamos a continuación el analisis de la AEBI

Consideraciones bioéticas ante el Covid-19 de AEBI

Ante la situación de pandemia por Covid-19 y la inestimable labor que están realizando los sanitarios españoles para tratar y cuidar los enfermos la junta directiva de AEBI quiere hacer llegar una reflexión de carácter ético sobre los principios en los que ya se está basando la atención sanitaria.

Estos son principalmente:

– el principio de respeto y promoción de toda vida humana que implica que nadie debe ser discriminado por su edad o enfermedad ya que todos merecen atención médica y cuidado

– el principio terapéutico de proporcionalidad en las intervenciones sanitarias

– y principio del uso justo de los recursos sanitarios disponibles.

Todos ellos fundamentan:

1. Que la ciudadanía colabore diligentemente con las autoridades y los gestores sanitarios, en cuanto se fomenta el respeto a la vida de personas en alto estado de vulnerabilidad. Su colaboración es una manifestación concreta de solidaridad con los demás que muestra no solo la íntima interrelación sino también la corresponsabilidad de todos en la protección de la vida humana.

2. Los esfuerzos para que los profesionales sanitarios puedan actuar con las mayores garantías posibles de no exponerse imprudentemente en su vida y salud.

3. El uso de los recursos sanitarios limitados en función de la gravedad de los pacientes, su pronóstico y evolución. Siempre considerando su estado de salud y la evidencia médica. Todo ello bajo un juicio prudencial que discierna lo más adecuado para cada paciente, evitando el abandono, la futilidad terapéutica y cualquier forma de discriminación por razón de discapacidad.

Consideramos también que no se ha de utilizar de forma aislada o principal el criterio de la edad a la hora del acceso de los pacientes a los recursos disponibles. Solo en situaciones extremas de colapso asistencial es conveniente actuar con criterios que primen el bien común sobre el bien particular de los pacientes.

Por último, antes de llegar a estas situaciones hay que valorar otras alternativas como la derivación a otros hospitales o el traslado de enfermos más leves a otros establecimientos sanitarios o a otros provisionalmente creados.

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Finalmente apoyamos la prudencia y buena praxis de todos los profesionales sanitarios a la hora de intervenir, así como también valorar la oportunidad o no de las voluntades anticipadas que puedan haber expresado sus pacientes.

4. La puesta en acción de medidas que sin dejar de atender las enfermedades habituales más graves o urgentes descargan al sistema de atención sanitaria para tener más recursos a la hora del tratamiento de los pacientes de la pandemia. También la planificación anticipada por parte de los gestores de salud que se está realizando en diversas partes del país donde la pandemia aún no ha alcanzado su mayor virulencia.

5. El apoyo a los medios de comunicación para que sigan informando, tal como lo están haciendo, de forma responsable, veraz, sin alarmismos y esmerándose en el uso correcto de la terminología médica.

6. El garantizar, en la medida de lo posible, que los enfermos tengan el apoyo psicológico y espiritual necesarios.

 

Fuente: www.religionenlibertad.com