Capellanes de prisiones abogan por un mensaje humano y positivo de la realidad penitenciaria

Ese desconocimiento denunciado provoca una constante invisibilidad del mundo carcelario, lo que limita la adopción de políticas preventivas e impide la formulación de alternativas a la prisión. Esto dificulta también la creación de recursos de reinserción y normalización social. Estas son algunas de las conclusiones de las XXX Jornadas Nacionales de Pastoral Penitenciaria que se celebraron en Madrid entre los días 16-18 de este mes de octubre con la participación de los capellanes de prisiones y delegados diocesanos de Pastoral Penitenciaria de toda España.

En las conclusiones, los asistentes hicieron hincapié en la “necesidad de transmitir a la Iglesia y a la sociedad la realidad de los hombres y mujeres que viven en prisión”. Al mismo tiempo, abogan por “desarrollar políticas de prevención y  reinserción social como el camino más sereno de normalización de las personas en la sociedad”.

Al margen de las conclusiones, los asistentes formularon una serie de compromisos, entre los que destaca “elaborar un mensaje humano y positivo de la realidad penitenciaria, trasladando a la sociedad una realidad necesitada de ayuda y alejada de todo sensacionalismo mediático y de sospecha”. En definitiva, los delegados de la Pastoral Penitenciaria apuestan por una política penitenciaria y una información en los medios más ecuánimes y acordes con los Derechos Humanos, que superen las reacciones en caliente de venganza ante delitos de sangre especialmente violentos y llamativos. En las jornadas participaron también representantes de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos.