- Hace dos años se terminó la torre norte de la fachada con la construcción del campanario y actualmente se inicia la edificación del campanario de la torre sur, dando ya por finalizada la obra
No se hizo Roma en dos días. 75 años va a tardar en rematarse la parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Moaña, aunque durante todo este tiempo se ha mantenido la fe, la actividad y el movimiento. «Todas las obras y mejoras se realizan gracias a los generosos donativos de los feligreses, aportaciones del Arzobispado y alguna pequeña subvención de la Diputación y de la Xunta», indican sus portavoces. Hace dos años se terminó la torre norte de la fachada con la construcción del campanario. «Actualmente se inicia la edificación del campanario de la torre sur, dando ya por finalizada la construcción de este templo», indica su párroco, José Luis Muñíz.
El sacerdote y el Consejo Pastoral y Económico estudian también la posible restauración «en su momento» de elementos del interior del templo deteriorados por el paso del tiempo. Se centrarían en reparar el suelo, mejorar la iluminación y la acústica, la climatización y otros detalles de ornamentación, avanza el consejo parroquial.
La obra del nuevo campanario, con licencia municipal de octubre del 2018, está presupuestada en 51.628 euros. Se prevé que los trabajos se puedan realizar en un plazo aproximado de dos meses.
La parroquia del Carmen recuerda que el movimiento para construir esta iglesia surgió tras un incremento poblacional en los barrios más próximos al mar, «que demandaban un templo cercano, ya que el existente estaba a cuatro kilómetros». Estando Donato Bernárdez Sotelo al frente de la parroquia se adquiriron los terrenos y en 1947 arrancaron las obras, financiadas por suscripción popular con conativos de los feligreses, muchos de ellos emigrados. La pos guerra impidió finalizar por completo el templo y, aún sin rematar, fue bendecido por el Cardenal de Santiago, Fernando Quiroga Palacios, el 21 de septiembre de 1961 y, el 15 de octubre de 1989 se celebró la consagración y dedicación del templo así como del altar, siendo obispo Ricardo Blázquez Pérez. En 1982 comenzó su andadura el consejo pastoral y económico, que impulsa su finalización. La fachada actual se inició en los años 90.
Fuente: La Voz de Galicia
