Don de Sabiduría

Lo que no es

El don de sabiduría se aparta del gnosticismo, nueva mundanidad, según el papa Francisco, porque fundamenta el camino espiritual en la lucubración mental, y no en la gracia. “El gnosticismo supone «una fe encerrada en el subjetivismo, donde solo interesa una determinada experiencia o una serie de razonamientos y conocimientos que supuestamente reconfortan e iluminan, pero en definitiva el sujeto queda clausurado en la inmanencia de su propia razón o de sus sentimientos»” (Gaudete et Exsultate 36).

Lo que es

Por el don de Sabiduría se juzgan las cosas según Dios, es un conocimiento impregnado por la caridad. “Sabor de Dios”, diría Santo Tomás. Se puede decir que el don de Sabiduría es correlativo de la virtud teologal de la caridad,

Santa Teresa

“La Virgen, Nuestra Señora, como quien tenía tan gran fe y sabiduría, entendió luego que, interviniendo estas dos cosas, no había más que saber ni dudar. No como algunos letrados…” (Los Conceptos del Amor de Dios 6, 7).

Los Papas

“Iluminado por este don, el cristiano sabe ver interiormente las realidades del mundo: nadie mejor que él es capaz de apreciar los valores auténticos de la creación, mirándolos con los mismos ojos de Dios” (San Juan Pablo II).

“El primer don es la sabiduría, que os hace descubrir cuán bueno y grande es el Señor y, como lo dice la palabra, hace que vuestra vida esté llena de sabor, para que, como decía Jesús, seáis «sal de la tierra»” (Benedicto XVI,).

“Es ver el mundo, ver las situaciones, las ocasiones, los problemas, todo, con los ojos de Dios” (Francisco).

Súplica

Jesús, como el ciego de Jericó, te pido ver la realidad como Tú la ves. Al comprobar cómo cada uno de los que les has curado la ceguera te confesaron Mesías y Señor, y algunos te siguieron y dieron testimonio de ti a pesar del riesgo que suponía ser de tus discípulos, te pido me concedas el don de Sabiduría, que vea todo a través de Ti, de tu Palabra.

Regalo del don de Sabiduría

Los bautizados recibimos el don de Sabiduría. “Porque a quien le agrada, Él da sabiduría” (Ecl 2, 26). “En el camino de la sabiduría te he instruido, te he encaminado por los senderos de la rectitud” (Pro 4, 11).  “La boca del justo susurra sabiduría, su lengua habla rectitud; la ley de su Dios está en su corazón, sus pasos no vacilan” (Sal 37 [36], 30-31).

Ángel Moreno Buenafuente