El arzobispo invita a los seminaristas que hicieron el Rito de Admisión a valorar la llamada de Dios

El arzobispo, monseñor Julián Barrio, indicó hoy en su homilía del Rito de Admisión que “damos gracias a Dios en esta celebración porque su amor y su misericordia se manifiestan en la decisión generosa de estos candidatos que han acogido la llamada al ministerio sacerdotal, ofreciendo su disponibilidad para estar con el Señor y ser enviados a predicar. Es la Iglesia la que os llama y os acepta. Os felicito cordialmente a vosotros, queridos candidatos, a los que os han acompañado y están acompañando en el seguimiento de vuestro itinerario vocacional y a vosotros, familiares, amigos y conocidos”.

Los tres jóvenes son Pablo Bazarra Fraga, José Romaní Mosquera y Carlos Velo Lagares. A ellos les dijo que “el Señor ha estado grande con nosotros y estamos contentos. Vamos percibiendo en nuestra peregrinación cristiana que Dios nos da en gracia aquello que nos pide como misión. Bien es verdad que la llamada del Señor conlleva la renuncia profunda a lo que en nosotros no es cristiano, para seguirle y ser fielmente su testigo y colaborador en la obra de la redención”.

“En la auténtica identidad cristiana”, les explicó, “emerge siempre un fondo sincero de disponibilidad radical ante el designio  divino. Hemos de querer realmente y desear sinceramente lo que la Voluntad providente quiera de nosotros y amar amorosamente la misma Voluntad del Padre como hizo Jesús. Esto nos da ánimo para podernos encontrar a gusto con nosotros mismos, conscientes de que nuestra persona es lo mejor que tenemos, aceptándonos a nosotros mismos para saber aceptar a los demás”.