El Consello de Cáritas Diocesana aprobó los estados contables de 2017 y el presupuesto para el año en curso

  • Presidió la reunión el arzobispo de Santiago, quien dijo que “la caridad es gratuita, no se practica para obtener otros objetivos”

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, quien presidió la reunión del Consello de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela, recordó durante su intervención que “Cáritas trata de estar cerca de los más necesitados desde la acogida y atención directa de sus necesidades, acompañándoles en sus procesos de desarrollo personal y ofreciendo acciones de carácter promocional como respuesta a sus situaciones de necesidad”. El máximo organismo entre asambleas aprobó los estados contables del ejercicio pasado que tienen su base en que el gasto se ha mantenido a un nivel muy parecido al ejercicio anterior, incrementando tan solo un 1%, mientras que los ingresos han crecido por encima, un 3%. Los consejeros aprobaron los presupuestos de ejecución para 2018.

La jornada se inició con una oración de la que se encargó Jesús García Vázquez, delegado episcopal, el cual en una breve semblanza insistió en que “cuando asumimos que todos somos hermanos no hay espacio para la exclusión de ninguno. Todos somos hijos de Dios y, por consiguiente, hermanos. Y esto nos lleva a fraternizar las relaciones”.

El director de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela, José Anuncio Mouriño Rañó, hizo entrega a monseñor Barrio de un recuerdo con motivo de cumplir sus 25 años al frente de la Diócesis de Santiago.

La realidad de la pobreza

En sus primeras palabras el arzobispo mostró el agradecimiento por el trabajo que realizan los agentes de la institución “en la misión encomendada en esta actividad apostólica tan significativa pastoralmente como es Cáritas”. Insistió en que esto ha de ayudarles a llegar a nuevas metas, “afirmando la propia identidad que se define por su arraigo en la existencia, por los objetivos que busca y por los desafíos a los que responde”.

Monseñor Barrio mencionó que el signo de la Iglesia a través de los tiempos es la dimensión caritativa: “En esta clave se podrán interpretar mejor los aspectos de la historia, colocando las cosas en la perspectiva de la verdad y desde la normatividad del amor al prójimo, no considerándolas solamente desde el punto de vista de la factibilidad material y del éxito”

Para monseñor Barrio la gran riqueza son las personas “con las que nos encontramos en las diferentes situaciones, personas que nos miran y cuyos latidos hemos de escuchar”.

Testimonio de la caridad

“Con el testimonio de la caridad -mencionó- la Iglesia hace posible que se perciba el amor de Dios, siempre cerca a toda persona necesitada de un mensaje de confianza y esperanza”, señaló en otro momento. El prelado animó a los agentes de Cáritas a impulsar un conocimiento más cercano de las realidades de la pobreza y exclusión social y de las causas que la generan. De ahí que propusiera animar y orientar “la conciencia y responsabilidad de la comunidad diocesana y de sus miembros en orden a impulsar la comunicación cristiana de bienes”.

Consideró monseñor Barrio que la tarea “no está orientada a la búsqueda de eficacia, por los resultados a corto plazo, sino por la lealtad a los valores evangélicos sobre los que se asienta la identidad de Cáritas”. Recordó que todos los miembros de las comunidades cristianas participan “a través de ella, de la acción sociocaritativa de la Iglesia, de una u otra manera, y comprometen parte de su tiempo o su dinero”.

En sus últimas palabras remarcó que “la actividad caritativa ha de ser independiente de los partidos e ideologías, actualizando aquí y ahora el amor que el hombre siempre necesita. La caridad es gratuita, no se practica para obtener otros objetivos”.

Resultados económicos

El administrador de Cáritas, Manuel Varela de Limia Neyra, acompañado del equipo económico de la institución, fue el encargado de presentar los resultados económicos del último año y los presupuestos para ejecutar a lo largo del actual. El Consello dio su aprobación a los estados contables de este ejercicio. Al mismo tiempo se aprobó que en la cuenta de gastos e ingresos su resultado se llevará en un 10% a cooperación internacional y 90% al Fondo de la Comunidad Cristiana de Bienes.

En el análisis presentado, como cierre del ejercicio del año pasado, quedó constancia de que el resultado obtenido tiene su base, en que el gasto se ha mantenido a un nivel muy parecido al ejercicio anterior incrementando tan solo un 1% y los ingresos han crecido por encima, un 3%, siendo la partida de herencias y la ejecución de las mismas, los principales causantes de este incremento.

En cuanto a los gastos, cabe destacar que la partida de ayudas (41%) se mantiene en volúmenes similares a los del año anterior, a pesar de la finalización de la financiación de entidades privadas.

Por el lado de los ingresos, destaca el incremento de los propios de la entidad (49%) como consecuencia de herencias y la de otros ingresos extraordinarios, por la enajenación de varios bienes muebles e inmuebles, para destinarlas al fin al que se condicionaron. El presupuesto 2017 no ha sufrido desviaciones importantes, apenas un 4% por encima los gastos y un 7% por los ingresos.

El Consello tuvo conocimiento del presupuesto 2018 del que se dijo en términos generales que presenta una previsión de un resultado negativo poco significativa para el próximo ejercicio. La previsión para el ejercicio 2018 denota que en los gastos se originará una ligera disminución de un 0,13%. Los ingresos se plantean en base a un descenso de un 2% respecto al ejercicio 2017. Los gastos se cuantifican en 6.466.952 euros y los ingresos en 6.446.411 euros, lo que genera ese mínimo saldo o resultado negativo, calificado como poco significativo

Arroupa

El director diocesano, José Anuncio Mouriño Rañó, presentó el balance económico de la empresa Arroupa de inserción laboral en el campo textil, cuyas tiendas de segunda mano y restos de stoks había vendido 106.175 euros, y 24.866 fueron en vales paras personas sin recurso, de los que se beneficiaron 675 familias y un total de 2.025 personas. A lo largo del año fueron tratadas cerca de 800 toneladas de ropa y se instalaron 188 contenedores. Señaló que la empresa era rentable y que caminaba por los planes previstos. Indicó que se había solicitado el certificado de calidad y dijo que “tenemos que pensar que cuando estamos en la calle somos una empresa más que vamos a los concursos “.

Informó también de la concesión de la Medalla del Parlamento de Galicia a Cáritas Diocesana, “una distinción -dijo-, que es de todos los que trabajamos para ayuda a las personas que más lo necesitan”.

Finalmente pidió la aprobación al Consello para que Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela se integre en la Plataforma de Organizaciones de la Infancia de Galicia, primera agrupación en este ámbito que se pone en marcha en la Comunidad Autónoma y que está integrada por un total de 22 entidades El objetivo general de este colectivo multidisciplinar es la protección y promoción de los derechos de la infancia recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989.