El obispo auxiliar asistió en El Escorial al IX Congreso Hispano Latinoamericano y del Caribe sobre Teología de la Caridad

  • El encuentro alertó sobre el auge del racismo, la pobreza y la vulneración de derechos humanos

El obispo auxiliar de Santiago y obispo acompañante de Cáritas, monseñor Jesús Fernández González, participó en el IX Congreso Hispano Latinoamericano y del Caribe sobre Teología de la Caridad, cuya Declaración final aprobada por los 140 participantes supone un alegato ante los retos a los que se enfrenta la Iglesia y Cáritas en un escenario cada vez más global. Monseñor Jesús Fernández hizo en el congreso una reflexión espiritual sobre las realidades que estaban tratando los asistentes. Retos que plantean problemas crecientes como los de la pobreza y la desigualdad, la vulneración de los derechos humanos, la migración forzada, el racismo o la sostenibilidad de la Casa común. En el documento aprobado se señala, entre otras cosas, que “como Cáritas, nos comprometemos a seguir construyendo con fuerza una iglesia en salida que camina junto a los más vulnerables”.

El encuentro estuvo organizado conjuntamente por Cáritas Española y el Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Cáritas (SELACC), directivos procedentes de 22 Cáritas nacionales latinoamericanas y de 35 Cáritas diocesanas, entre ellas la de Santiago de Compostela, que trataron durante dos días sobre “El Ejercicio de la Caridad y la Cultura del Encuentro”.

Las sesiones culminaron ayer con una interpeladora ponencia del padre Fabio Baggio, subsecretario de la Sección Migrantes y refugiados del Dicasterio de la Santa Sede para el Desarrollo Humano Integral sobre el tema “La acogida e integración de migrantes y refugiados desde una cultura inclusiva”.

Baggio en su intervención señaló los desafíos a los que se enfrenta actualmente la Iglesia, el primero de los cuales, afirmó, “es la cultura del descarte, no de las cosas, sino de las personas. Y ahora le toca a los inmigrantes, que son percibidos como chivos expiatorios de nuestros males, ya que nos roban el empleo, la seguridad…” Por eso, indicó, “quienes golpean nuestras puertas se encuentran con un muro, el de la indiferencia”.

 Declaración final

En la declaración final se señala que “nos duele la creciente pobreza y desigualdad que viven nuestros pueblos, la constante vulneración de los derechos humanos que atenta contra la dignidad de toda persona, el drama de la migración forzada y los desencuentros de una sociedad que genera ruptura entre las personas y con la Madre Tierra, nuestra casa común”.

El texto aprobado prosigue en los siguientes términos:

“Nos preocupan las actitudes de racismo y xenofobia contra nuestros hermanos que se ven forzados a dejar sus países. Nos preocupa todavía más que nuestras comunidades católicas no están exentas de reacciones defensivas y de rechazo.

En este contexto acogemos la invitación del papa Francisco a vivir la “cultura del encuentro” y hacer carne los cuatro verbos que propone: acoger, proteger, promover e integrar, en respuesta a las llagas de nuestro tiempo. “No basta la simple tolerancia es necesario superar las fronteras mentales y dar el paso de una actitud a la defensiva a otra que ponga como fundamento la cultura del encuentro, la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno” (Papa Francisco, Mensaje Jornada Mundial 2015)

Como Cáritas, nos comprometemos a seguir construyendo con fuerza una iglesia en salida que camina junto a los más vulnerables. Apostamos por un desarrollo que sea verdaderamente humano integral, solidario y sostenible. Creemos en la posibilidad de una fraternidad universal que permita reconocernos como partes de una sola familia humana en la que todos somos responsables de todos.

Reconocemos, agradecemos y alentamos a quienes trabajan cada día, dentro y fuera de la iglesia, con los más vulnerables, y nos sentimos acompañados por la presencia de Cristo resucitado que nos abre a un horizonte de esperanza. “Cristo vive, y porque vive está presente en el mundo para llenarlo de luz, y por ello el mal nunca tendrá la última palabra”.

La función de monseñor Fernández González como responsable de Cáritas Española es la de acompañar, humana y espiritualmente, a los miembros de Cáritas en los caminos de la actividad caritativa de la Iglesia. La responsabilidad del obispo acompañante de Caritas se concreta fundamentalmente en la animación de la fe, en la reflexión conjunta con los miembros de la Comisión Permanente y en la participación en las reuniones de delegados o directores de las Caritas diocesanas. Se trata del acompañamiento a los responsables de las distintas instituciones que integran la Confederación de Cáritas Española que trabajan para paliar la pobreza en España o lejos de nuestras fronteras.