El papa abrió oficialmente esta mañana la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, centrada en esta ocasión en los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Lo hizo con una misa multitudinaria oficiada en la Plaza de San Pedro. En su homilía el santo padre animó a los obispos presentes a dejarse guiar por el Espíritu Santo. También abogó por que el sínodo permita «transformar» las estructuras que «separan» a la Iglesia de los jóvenes.