Espacio radiofónico En Blanco 2021. Diario de un peregrino. Cicatrices

Querido diario. Este año toca “Camino Virtual”. Sabes que lo nuestro es de “ponerse las botas”. No me refiero a “banquetear espléndidamente”, sino a tomar la decisión de caminar, llueva, nieve, apriete el sol. “Año Santo”: Esas dos palabras mágicas para todo peregrino se convierten en un conjuro, en un grito de guerra capaz de ser colmado sólo al emprender la marcha. Tal vez esta vez esté más cerca la oportunidad de ser auténtico.

La pandemia convierte en incierto la fecha física y presencial que tú y yo deseamos para contar kilómetros y kilómetros de experiencias únicas. De espacio para nuestras almas sedientas, hastiadas de “inyectada normalidad”. Los años van poblando nuestras cabelleras de cicatrices en forma de canas. Cansancios. Frustraciones. Debilidades… Hemos cambiado. Y se va a notar más ahora que dejamos de vernos con los detalles de cariño habituales.

Benditas sean las cicatrices de las duras cuestas, los tojos y las zarzamoras. En Galicia a las zarzamoras también les llaman “silvas”. Como para congraciarse con los pinchazos de sus espinas cuando después van las gentes a su vera buscando moras. Ni ellas ni nosotros nos domesticaremos nunca, querido diario. Pero los tres podemos ser menos huraños y dar frutos. Ella sus bayas, tú las poéticas letras y yo el perdón de mis pecados.

Desde casa o surcando mojones de flechas amarillas y conchas con fondo azul, este año, más que nunca, la peregrinación es INTERIOR. En ella reparamos las cicatrices que avejentan el alma como arrugas de la edad.

Manuel Á. Blanco