Este domingo, fiesta de la Santísima Trinidad, concluye la «Catequesis en familia y en el hogar»

Con el inicio de la emergencia sanitaria causada por la Covid-19 el pasado mes de marzo, la catequesis se veía interrumpida inesperadamente en nuestras parroquias. Para evitar truncar el proceso de maduración de fe de los niños, la catequesis se pasaba al ámbito familiar en el hogar.

La Delegación Diocesana de Catequesis de Santiago iniciaba entonces un proyecto de catequesis llamado “La catequesis no se para, se queda en casa”, con el fin de apoyar a las madres y padres con materiales adaptados a la familia y totalmente online y que ellos y el resto de la familia fueran los catequistas de sus hijos.

Más tarde y, con la llegada del mes de mayo y la relajación de las medidas sanitarias, se diseñó un plan para poder asegurar que los cerca de 6000 niños y niñas de nuestra Archidiócesis que se había preparado durante al menos dos años, pudiesen celebrar sus primeras comuniones con todas las garantías. En la misma línea que el programa catequético anterior, a éste se le llamó “Las comuniones no se paran, se celebran con los de casa”.

Dentro de este último programa de catequesis se ofrecen también un ciclo de 10 catequesis de preparación inmediata a la primera comunión. Con estas catequesis se pretenden completar aspectos importantes de la preparación a la primera comunión que, al igual que ocurre en la enseñanza escolar, las nuevas tecnologías del aprendizaje no pueden asegurar. Se podrá aprovechar también para que el párroco y los catequistas puedan realizar algunas de las celebraciones previas a la primera comunión, como son la renovación de las promesas bautismales de los niños y niñas, o la primera confesión sacramental.

Pues bien, con la fiesta de la Santísima Trinidad que celebra este domingo daremos por concluida la CATEQUESIS EN FAMILIA & EN EL HOGAR. Quisimos esperar a este día para concluir el curso de catequesis, precisamente porque en este domingo celebramos que Dios es también una familia, una comunidad: “Padre, Hijo y Espíritu Santo”. Es el hogar y la familia de todos nosotros.

Nuestro deseo entonces, con el comienzo de la crisis sanitaria, pero también ahora y siempre, es que surja una Iglesia en cada casa, una “Iglesia doméstica”, para que en esta Iglesia familiar se continuase haciendo lo que en la parroquia ya no era posible: seguir celebrando la fe con sencillas y familiares liturgias, y mantener igualmente el camino de formación cristiana con la catequesis.

Por lo tanto, este parón de la catequesis no pretende, ni mucho menos, cerrar la experiencia de esta “Iglesia doméstica”, pues es lo propio de las familias cristianas, sino interrumpir la catequesis organizada desde la parroquia, de ritmo semanal y con un temario. Es justo es descanso y dejar lugar a la creatividad de las familias que sabrán hacer otro tipo de formación en la fe para ellos y sus hijos.

Queríamos aprovechar para dar las gracias a los párrocos y catequistas por todo su empeño en asegurar la catequesis en “tiempos de coronavirus”. Agradecemos también a Dios la vida de todos nuestros niños de la catequesis, especialmente por las de aquellos que celebrarán sus primeras comuniones.

Si Dios quiere, nos veremos para el próximo curso, con una nueva normalidad pastoral.

Pero, siempre #Enfamilia + #EnParroquia

 

Fuente: www.catequesisdegalicia.com