La Fundación Catedral ha defendido la instalación de cámaras en el exterior del templo compostelano como elemento disuasorio frente a las pintadas

La Fundación Catedral ha defendido la instalación de cámaras en el exterior del templo compostelano como elemento disuasorio frente a las pintadas. Aunque su director, Daniel Lorenzo, no quiso entrar a fondo en la polémica abierta entre el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, sobre el asunto, finalmente acabó pronunciándose. Lo hizo al abogar por medidas que «protejan el patrimonio cultural». Además, recordó que «en la catedral tenemos instaladas cámaras dentro y en las cubiertas, pero no en la vía pública», y justificó su colocación en el interior por ser un método «efectivo, no solo para la catedral, sino también para las personas».

Ante la necesidad de instalar cámaras externas, Lorenzo indicó que «sería útil pensar en recurrir a las últimas tecnologías, a ópticas modernas y poco invasivas». El director de la Fundación Catedral dijo que este tipo de elementos se emplean en otros ámbitos. Además apuntó «que otra forma de protección es complicada. No se puede poner un policía cada cinco metros en el edificio. Regulando las cámaras adecuadamente, y con ópticas adecuadas, pueden contribuir a la protección». Para el portavoz del Cabildo, lo más importante no sería «saber quién comete el delito, sino evitar que se produzca». Al mismo tiempo avanzó que, a su juicio, será «imposible» localizar a los autores.

«La eliminación de la pintura no será inmediata. Para actuar debe mejorar el tiempo»

La eliminación de tres de las pintadas realizadas sobre la piedra de la catedral no será, ni mucho menos, cuestión de unos días. «Es necesario esperar a que mejore el tiempo, y no se puede empezar hasta que tengamos todos los elementos y estudios necesarios», explicó Daniel Lorenzo. El sistema empleado para quitar la pintura de la escultura de la fachada de la Praza de Praterías, hecha el pasado agosto, no parece el más adecuado ahora. Aquella fue realizada en mármol y era mucho más pequeña. Ahora es sobre piedra y de un tamaño mayor. La de Praterías fue con un rotulador, y las del Obradoiro y arco de palacio con pintura. Por si fuera poco, el estado de conservación de los lugares en los que se hicieron las inscripciones del martes es peor que el de Praterías. Daniel Lorenzo apuntó que para la eliminación de la pintura se tendrán que emplear una serie de productos muy diluidos en agua para no causar un daño mayor al que le hicieron los vándalos. Lorenzo explicó que será preciso realizar varias intervenciones antes de dar por eliminadas las pintadas. Es fundamental además trabajar con cuidado para igualar el color de la piedra. De lo contrario quedaría una silueta de las inscripciones realizadas.

Daniel Lorenzo comentó que las piedras, tanto del Obradoiro como del arco de palacio, estaban ya deterioradas, no solo porque no hubo aún restauración en esa zona, sino porque los métodos empleados en los años 80-90 para eliminar las pintadas fueron muy agresivos. Entonces, se empleó agua a presión con cloro, lo que causó un daño irreparable en la piedra, que ahora debe ser evitado.

 

Información publicada en “La Voz de Galicia”, 14-3-2019