Momento Blanco en Cope: Corazón galaico

El centro geográfico del noroeste se sitúa en la comarca da Ulloa. Abarca los concellos de Antas de Ulla, Monterroso y Palas de Rey. Paraíso milenario; raíces imborrables; rincón salvaje de naturaleza y corazones. Invitación constante a regresar para recargar la morriña y el encanto de una vida sin relojes, más allá del ruido. Una Galicia en miniatura dentro de Galicia. Terra do queixo y de la única “resistencia galega” que vale la pena.

Saa, con nombre de “persa”, es una aldea de la parroquia de Meixide en el ayuntamiento de Palas, provincia de Lugo. Una gran recta, de las que allí escasean, hacía bromear a los niños y a sus padres: “Na recta do agro de Saa, afirmo que conducía, mais carné non conseguía, se marcho a me examinar”. Este preámbulo, para una tierna noticia de la “era coronavirus”: dos hermanas centenarias cuidan a un sobrino contagiado por el covid-19.

Castellanos y madrileños, desconcertados, pierden el tiempo con cábalas interminables sin resultado concluyente: ¿Cómo se pudo contagiar alguien en un lugar tan remoto? ¿Dónde está el foco, si apenas sale de casa y lo que sobra es ventilación? Y, sobre todo: ¿qué sería de las dos abuelas de 99 y 93 años que dependían totalmente de su sobrino? Respuesta: él se confinó y ellas le cuidaron: comida, animales, huerta, tareas domésticas…

En tiempos duros, los entrenados para el sacrificio, saben qué hacer. Casi de memoria. Con el latir de un corazón galaico, curtido en resistir amando. “Na recta do agro de Saa, afirmo que conducía, mais antes que morra o día, un sobriño hai que coidar”…

Manuel Á. Blanco