Momento Blanco en Cope: Magia para recomenzar

“Media hora de visita al cementerio y grupos de no más de cuatro.” Muchos titulares condensan de este modo las normas y restricciones para aplicar durante los días de Todos los Santos y de Difuntos. El “más allá”, algo tan gallego, tan humano, tan nuestro… Una comunión de los santos que siempre hemos vivido como “uno para todos y todos para uno”, encomendándonos. La pandemia, en vez de mosqueteros trata de convertir a la humanidad en zombie-landia.

Las “colas del hambre” no se ven. Puede ser que aún circule suficiente dinero negro; que aún queden ahorros de los mayores; que la ley de protección de datos ampare al usuario; o que una oscura orden ministerial condicione a los Medios… Despertemos: el barco que nos llevaba por el Océano del Bienestar tiene una vía de agua. Necesitamos unos astilleros solidarios cargados de valores para repararlo. O para construir uno nuevo donde compartir pasaje con los descartados.

¿Por dónde recomenzar? En una oficina, hace poco, contabilicé 7 u 8 “gracias” durante la mañana. Un sonido maravilloso, envolvente. Ya casi había olvidado su “magia”. Se agradecían cosas normales: el deber cumplido, una deferencia personal, un trabajo bien hecho, el sacrificio que ganó al “no me apetece”… Pero aquella gratuidad, ausente de obligación, brotaba de dentro; generaba sonrisa, afecto fiel y solidario; fortaleza y generosidad.

Este mundo no es para aguantarse, sino para enamorarse. Todos juntos, sin encerrar a nadie en el sótano del olvido o la indiferencia.

Manuel Á. Blanco