La mejor panorámica que puede contemplarse en Val do Dubra es la que se ofrece desde la iglesia parroquial de Niveiro. Está emplazada la que llaman merecidamente “catedral de Dubra” en singular altozano elegido, pensamos, por los monjes de S. Martín Pinario.
Poderosos muros sostienen la bóveda de cantería y la cúpula (“media naranja”, que llamaban); planta de crucero y retablos neoclásicos.
Los benedictinos, avanzaron desde la inmediata parroquia de Buxán. Eran receptores de muchas donaciones y ellos también sabían ampliar sus posesiones.
En 1.310, S. Martín afora sus diezmos y ofrendas en Niveiro a un tal Juan Fernández, vecino de la misma.
Como era habitual, se buscaba confirmación de los derechos recibidos. Y así, en 1.412, el “papa” Benedicto XIII (el papa Luna, aragonés) anexiona Niveiro a S. Martín. La presentación del párroco será de S. Martín. Por foro del monasterio, los Luaces percibirán los derechos de sinecura.(Así, en Del Hoyo, 1.607).
La iglesia actual de Niveiro es de comienzos del siglo XIX. Promovida por el párroco Pulleiro quizás fuese natural de Niveiro, pues existe allí su apellido.
Orgullo de Niveiro era su iglesia. Mas, el día 2-XII-1.860 una fuerte descarga eléctrica derriba totalmente la torre. El celoso párroco, D. Juan M. Fernández Suárez se desvivirá por encontrar remedio a esta catástrofe.
Dos días después de lo ocurrido (4-XII-1.860) por medio del arzobispo compostelano se dirige a la reina Isabel II requiriendo su apoyo.
En 23-VII-1.877, por el mismo medio, se dirige al rey Alfonso XII. Nada consigue. Niveiro estará sin torre unos 80 años.
No sé si esta angustia de D. Juan Manuel le movería a buscar el favor de Ntra. Señora. Así, en septiembre de 1.866, trae la imagen de la Virgen de la Saleta desde Santiago a Niveiro portada por los devotos. Hubo paradas en las iglesias de A Peregrina, Xavestre y Buxán. El gran día para Niveiro fue el 19-IX-1.866, en que se inplantó en la iglesia esa devoción a Ntra. Señora, poco antes llegada a Siador- Silleda.
A partir de 1.930 un párroco joven, dubrés, renueva la cofradía de La Saleta, se edita un folleto con la historia de la devoción en Niveiro, y con la novena.
En los años 1.939-1.940 se repone la torre, con ayuda del arzobispado y colaboración del pueblo. Se trae la campana mayor.
Se procede al desencalado interior de la iglesia, que estaba totalmente cubierta de blanco por razón de viejas epidemias.
Se sustituye la tribuna de madera por una de hormigón. Se pintan los retablos.
Se cierra el circuito del atrio.
Tenía Niveiro una ermita que estaba dedicada a S. Paio do Monte. Alejada del pueblo, derivó en ruina, su imagen fue trasladada al templo parroquial que sufrió el robo de la misma y fue sustituida por otra semejante.
Hay en Niveiro la ermita de S. Lourenzo, en el lugar de Nariño. Hay también una capilla dedicada a S. Antonio y a la Virgen de Loreto, que es de propiedad particular. Fue de los Luaces.
Cuenta Niveiro con un cáliz de plata donativo del arzobispo Múzquiz. Una cruz parroquial de plata, modelo muy frecuente (1.825) que lo vemos también en Buxán y en Cances.
En agosto de 1.950 el cónsul de Colombia en Madrid llega con su esposa a Niveiro. Entendía esta señora, de la familia de los Nariño, (gran político en Colombia, donde hay el estado de Nariño y palacio presidencial de Nariño) que su familia había tenido origen en la aldea de Nariño.
Nada pudo concretarse. En Niveiro no hay tal recuerdo, aunque sí hubo emigración a Colombia. Dejémoslo así.
La Casa Rectoral, a punto de desmoronarse, encontró su valedor en el párroco D. José Ortoño Fuentes que la rehabilitó haciendo allí un centro parroquial. Buena huerta que en los últimos años ha cedido terreno para vías públicas y campo de las procesiones. En el centro del mismo, valioso cruceiro.
Niveiro tuvo como parroquia aneja la de Sta. María de Arabexo. Desde el Arreglo Parroquial del 1.868, pasó a ser aneja de Erviñou.
Xosé Pumar Gándara
