Cáritas parroquial de Bergondo mantiene la atención primaria a 27 familias en tiempo de coronavirus; unas 90 personas encuentran amparo y colaboración para afrontar las dificultades anuales. El ropero ha sido suspendido como medida de prevención sanitaria, pero se mantiene la ayuda semanal con cuatro voluntarias en activo, pendientes, asimismo de las situaciones de emergencia que puedan surgir.
Se ha vuelto necesario acudir a los domicilios de personas en riesgo (por edad, salud, etc.) y se ha ampliado el número de vales para el supermercado. Ha habido que afrontar el problema de las familias cuyos niños tenían beca de comedor y han quedado sin este servicio, para lo cual se ha puesto en marcha la colaboración con los Servicios Sociales de la Xunta quienes darían cobertura a esta situación.
Por otra parte, desde los Servicios Sociales del ayuntamiento, se ha pedido apoyo a Cáritas para el reparto de alimentos porque el supermercado que gestiona este servicio, ha tenido dificultades con la distribución a domicilio. Otro de los motivos del refuerzo solicitado a Cáritas por parte del consistorio, es que éste ha visto ralentizado su trabajo, ante la imposibilidad de acceder a las instalaciones municipales. Si se necesita algo urgente, asumible por Cáritas, la facilidad en la respuesta de esta institución de la Iglesia, permite solucionar las emergencias con mayor eficacia.
En la zona de Bergondo, como en tantas otras, Cáritas parroquial ofrece un acompañamiento personal que abarca variedad de facetas de la vida de sus usuarios, yendo más allá de la cobertura de las necesidades alimentarias.
