Testimonio en tiempo de coronavirus: Felipe Gutiérrez (jubilado)

Felipe Gutiérrez vive en Vilagarcía de Arousa. Una preciosa tarde de domingo, el 28 de febrero de 1960 a las 18:00h, inauguró la Cafetería California, la primera con “matrícula” en la Villa pontevedresa, que rondaba los 12.500 habitantes en aquel momento. Todo un acontecimiento que recuerda con la precisión de un reloj suizo. Imprimió un sello elegante y profesional en su establecimiento, que aún se recuerda. Hombre afable y dinámico, preside la Coral Rosalía de Castro de su localidad y ayuda como voluntario en el comedor social de Cáritas Arousa. Le entusiasma la solidaridad hecha con cariño y contagiar la alegría a su alrededor. Así relata su vivencia del confinamiento domiciliario.

 

¿Qué opina del Coronavirus?

Alguien lo inventó para hacerse millonario a cuenta del ser humano.

 

¿Le cuesta estar en casa? ¿Por qué?

La verdad es que no, porque me gusta cocinar; hago experimentos culinarios y lo paso bien.

 

Algo que le ayude a sobrellevar mejor la rutina diaria actual.

Cocinar, ordenar papeles y pasar información a la coral hace que mi “estancia” sea llevadera.

 

¿Qué lección podemos sacar de todo esto?

Cuando se termine ésta, seguramente ya estarán inventando otra…

 

Unas palabritas para Dios

Le diría una frase que aparece en el Quijote de Don Miguel de Cervantes: “el hombre pone y Dios dispone, y Dios sabe lo mejor y lo que le está bien a cada uno, y cual el tiempo, tal el tiento, y nadie diga ‘desta agua no beberé’.”

 

Una dedicatoria para alguien

Procura dejar las cosas como a ti te gustaría que te las dejaran.

 

Un modo de servir a los demás sin salir de casa

Seguir los consejos de los profesionales; no saliendo de casa, ya estás ayudando.

 

Un sueño para el futuro

Aprender a ser solidarios unos con los otros, ya que una sonrisa cuesta menos que la electricidad y, sin embargo, nos da cariño y paz.

 

En este audio, Felipe compara la situación de confinamiento a un momento de su infancia