V Jueves de Cuaresma. Semana de Pasión

Texto litúrgico

«Yo soy Dios todopoderoso, camina en mi presencia y sé perfecto. Yo concertaré una alianza contigo: te haré crecer sin medida». Abrán cayó rostro en tierra y Dios le habló así: «Por mi parte, esta es mi alianza contigo: serás padre de muchedumbre de pueblos (Gn 17, 1-4).

Contemplación de los misterios Dolorosos

Tercer misterio

Jesús es coronado de espinas

Texto bíblico

Lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y doblando ante él la rodilla, se bur­laban de él diciendo: «¡Salve, rey de los judíos!» (Mt 27,28-29)

“Y cuánto le costaría esta adhesión a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes, en los que, con la flagelación, la coronación de espinas, la subida al Calvario y la muerte en cruz, se ve sumido en la mayor ignominia: ¡Ecce homo!” (JUAN PABLO II, RVM 22)

“Casi siempre se me representaba el Señor así resucitado, y en la Hostia lo mismo, si no eran algunas veces para esforzarme, si estaba en tribulación, que me mostraba las llagas; algunas veces en la cruz y en el Huerto; y con la corona de espinas, pocas; y llevando la cruz también algunas veces, para -como digo necesidades mías y de otras personas, mas siempre la carne glorificada” (SANTA TERESA, Vida 29, 4).

Contemplación

Aquellos cardos y abrojos del paraíso perdido, la zarza que enreda el cordero en tiempos del patriarca Abraham, la zarza ardiente de Moisés, las zarzas de la viña borde, se convierten sobre la cabeza del Señor en la revelación del misterio del amor divino. El arbusto en llamas es intangible, quien se acerca corre peligro de quemarse. El dolor del hombre no se puede manipular. Gracias al coronado de espinas, quien participa en su cruz, participa en su reino.

Cuestión

¿Interpretas las zarzas de tu vida, las que más te hieren, como profecía de salvación?

Ángel Moreno Buenafuente