V Martes de Cuaresma. Semana de Pasión,

Contemplación de los Misterios Dolorosos

Texto litúrgico

“Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti” (Sal 101).

Primer misterio

La oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní

Texto bíblico

“Entonces Jesús fue con ellos a un huerto llamado Getsemaní, y dijo a los discípulos: «Sentaos aquí, mientras voy allá a orar». Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dijo: «Mi alma está triste hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo». Y adelantándose un poco cayó rostro en tierra y oraba diciendo: «Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero no se haga como yo quiero, sino como quieres tú»” (Mt 26, 36-39).

“Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres, para decirle al Padre: «no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lc 22, 42 par.). Este «sí» suyo cambia el «no» de los progenitores en el Edén” (JUAN PABLO II, RVM 22).

“En especial me hallaba muy bien en la oración del Huerto. Allí era mi acompañarle. Pensaba en aquel sudor y aflicción que allí había tenido, si podía. Deseaba limpiarle aquel tan penoso sudor. Mas acuérdome que jamás osaba determinarme a hacerlo, como se me representaban mis pecados tan graves. Estábame allí lo más que me dejaban mis pensamientos con El, porque eran muchos los que me atormentaban. Muchos años, las más noches antes que me durmiese, cuando para dormir me encomendaba a Dios, siempre pensaba un poco en este paso de la oración del Huerto, aun desde que no era monja, porque me dijeron se ganaban muchos perdones” (Santa Teresa, Vida 9, 4).

Contemplación

Getsemaní, jardín, huerto de olivos, árboles de paz, almazara de aceite, ladera del monte frente al Templo, a los pies de la ciudad santa, icono del Paraíso donde Dios colocó al primer Adán; en tu seno se recrea el universo con sudor de sangre, y la tierra queda consagrada como cáliz santo por la oblación de Jesucristo.

Cuestión

¿Te atreves a decirle al Señor: “Lo que Tú quieras”, “Hágase tu voluntad?

Ángel Moreno Buenafuente