La Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos del 18 al 25 de enero de 2023 este año con el lema, «Haz el bien; busca la justicia» (cf. Is 1,17).
El Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y la Comisión fe y constitución del Consejo Ecuménico de Iglesias elaboran conjuntamente unos materiales para ayudar a la reflexión y para preparar las celebraciones del Octavario.
A estos materiales conjuntos se suman los que aporta la Subcomisión Episcopal para las relaciones interconfesionales y diálogo interreligioso: el mensaje que firman los obispos de esta Subcomisión; un guion para las celebraciones eucarísticas de la Semana; o una reflexión para usar en la adoración eucarística. Como novedad, este año se incluye un material para acercar la Semana de Oración a los niños y adolescentes.
Materiales para la Jornada
¿Qué dicen los obispos?
Los obispos de la Subcomisión para las relaciones interconfesionales y diálogo Interreligioso recuerdan en su mensaje para esta Semana que el mandato de Jesús de que “seamos uno para que el mundo crea” (cf. Jn 17, 21) nos vuelve a convocar a rezar por la unidad de los cristianos. No podemos conformarnos con la situación de división, pues esta debilita la fuerza del mensaje de vida que proclamamos y resta credibilidad de nuestra palabra.
El lema de este año, tomado del profeta Isaías: «Haz el bien; busca la justicia» (cf. Is 1,17) lo ha escogido el Consejo de Iglesias de Minnesota (EEUU). Estas Iglesias han tenido que hacer frente a lo largo de su historia a la división interna provocada por la segregación racial y, recientemente el mundo quedó impactado por la ejecución extrajudicial del joven afroamericano George Floyd el 25 de mayo de 2020. «Este hecho injusto y vergonzoso que provocó una fuerte reacción social -señalan los obispos- también apela a la conciencia de los cristianos y nos estimula a trabajar juntos para ser fuente de unidad y reconciliación en el mundo».
También destacan que «el texto de Isaías nos hace comprender que la vivencia de la fe debe ir siempre acompañada por una praxis coherente con aquello que se profesa. El culto a Dios resulta vacío si no va acompañado por la compasión y la misericordia. Con duras palabras, el profeta denuncia ese culto externo y puramente formal: no quiero ofrendas ni fiestas ‒dice el Señor‒ mientras tengáis las manos manchadas de sangre; «aprended a hacer el bien; buscad la justicia, socorred al oprimido, proteged el derecho del huérfano, defended a la viuda»».
La Semana de Oración une la dimensión espiritual y social
En este sentido resaltan que en esta Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos se unen dos dimensiones fundamentales del ecumenismo: la dimensión espiritual, que nos lleva a unirnos en oración reconociendo todo lo que ya nos une, especialmente al compartir un mismo bautismo; y la dimensión social, que nos impulsa a dar testimonio juntos del amor de Cristo hacia el prójimo y a defender la dignidad inviolable de toda persona.
En consonancia con el texto de Isaías, orar por la unidad de los cristianos debe ir acompañado de un compromiso común para afrontar los desafíos de la injusticia y escuchar los gritos de los que sufren por cualquier causa. El trabajo común que se viene realizando entre las Iglesias es un signo de esperanza para la humanidad.