Hoy cumplimos las monjas de San Pelayo 524 años de nuestra llegada a Santiago.
Y lo queremos compartir con todos vosotros. ¿Por qué? porque es un gozo para nosotras y es bueno compartir lo que nos alegra, lo que nos hace crecer en el Señor. Es Él quien nos ha convocado y es Él quien nos sostiene en nuestro caminar y permanecer a la sombra del Apóstol como herederas de los primeros custodios del sepulcro del señor Santiago, nuestros hermanos los monjes benedictinos.
Porque deseamos seguir siendo casa de acogida donde toda persona pueda sentir en su interior el eco de la voz del Señor que nos invita a cada uno con gran amor a participar de Su mesa, de Su Pascua, en una palabra: de Su Amor.
Deseamos ser presencia que indique la Presencia, donde todos podáis encontrar paz y silencio, oración compartida en la liturgia, iglesia abierta.
Porque deseamos seguir siendo eslabón en la cadena ininterrumpida de mujeres que han habitado esta casa buscando a Dios desde el hermoso camino de la vida monástica, convencidas -como N. P. S. Benito- que es un auténtico camino, que iniciado en la escucha de la Palabra, inclinando el oído de nuestro corazón, lleva a la cumbre del Amor, a la plenitud de la Vida en el Señor.
No es esta una vida para explicarla, es para vivirla en la vertiginosa sencillez del día a día comunitario y fraterno.
Por todo esto, también queremos que esta sea una invitación a todos, y especialmente a las jóvenes, a venir y ver. La llamada es Suya, la respuesta es personal e intransferible.
¿Y nosotras? Mediación. Pobre y vulnerable pero gozosa por el tesoro que nos ha sido regalado por el Espíritu, porque solas no podemos, nuestra vocación es llamada a vivir en comunidad.
Orad por nosotras. Nosotras os ponemos ante el Señor cada día.
Si queréis conocernos nos podéis escribir a: monjasanpaio@yahoo.es
Monjas de San Pelayo