La Subcomisión de Infancia y Juventud de la Conferencia Episcopal Española ha elaborado un itinerario preparatorio para todos los jóvenes que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Lisboa en agosto de este año.
“Caminos de juventud. Partamos sin demora” es el título del trabajo formativo que pueden aprovechar también aquellos jóvenes que no puedan participar en la jornada.
“Caminos de Juventud. Partamos sin demora” se fundamenta en dos pilares. Por un lado, la Visitación de la Virgen a Isabel, cuando María parte en su ayuda. En el camino de los jóvenes hacia la JMJ, se llenan de esperanza para salir sin demora hacia este encuentro con el Señor de la mano de María que es la Jornada Mundial de la Juventud.
El segundo pilar es el capítulo quinto de la exhortación apostólica Christus vivit del papa Francisco a los jóvenes. Con cinco etapas divididas en cinco pasos que van a tratar varias dimensiones de la juventud cristiana: personal, parroquial, diocesana y la dimensión comunitaria de la Iglesia. Por último, la dimensión universal de la Iglesia que los jóvenes vivirán en la JMJ y cuyo pórtico para los españoles será el encuentro del 31 de julio en Lisboa. Este encuentro será el complemento celebrativo a todas las etapas.
Fundamentando el itinerario en el capítulo quinto de Christus vivit, el trabajo continúa el camino recorrido por la Subcomisión de Juventud en los últimos años, que está basando su pastoral en este documento, un gran regalo del Papa a los jóvenes.
Cinco etapas con cinco pasos
Cada una de las etapas del camino se divide en cinco pasos que podrá ir dando cada joven en compañía de su comunidad. El primero será «reconocer», para que el joven mire su vida, su realidad. El segundo paso es «esperar». Una vez que se ha mirado la vida, el joven se preguntará sobre qué lugar ocupa Dios en esta vida. «Interpreta y discierne» es el tercer paso: ¿Eres capaz de escuchar la llamada de Dios y responder? El cuarto paso es «hablar», un diálogo fraterno con Dios en el que se pide y se agradece. «Actuar» es el último paso de cada etapa, porque todo lo vivido no se puede quedar en algo exclusivamente sentimental. Con este paso llegarán las propuestas de compromisos concretos, revisables y realizables, siempre aconsejando que se disciernan con la ayuda de un acompañante.
En cuanto a las etapas compuestas por estos pasos, la primera se titula Dios te ama profundamente. Es una llamada a mirar al interior y experimentar el amor de Dios. Un principio y fundamento de la vida cristiana que hará ver a los jóvenes cómo Dios llena de belleza cada acontecimiento de la vida, colmándolo de amor.
No estás solo, mira a tu lado es el título de la segunda etapa. Una vez el joven ha mirado a su interior para experimentar el amor de Dios, se le invita a «mirar al lado» para ver que no vive esta experiencia en soledad. Es deseable que este itinerario se recorra en compañía para compartir vivencias, anhelos, iniciativas y, en definitiva, la fe vivida en comunidad.
De la vivencia en grupo se pasará a la tercera etapa, que da un paso más, del grupo a la comunidad: ¡La parroquia, tu casa y hogar! La parroquia o la comunidad es el espacio perfecto para orar y celebrar con otros jóvenes. Desde la comunidad, después del encuentro, saldrán a contar «lo que han visto y oído», a evangelizar y transformar el mundo.
En las tres etapas anteriores se han ido dando pasos que agrandan el grupo. Ahora, en el paso de la cuarta etapa, se busca la vivencia de la Iglesia particular: La diócesis, comunidad de comunidades. Será el momento de compartir experiencias y vivencias en clave diocesana.
¡Iglesia que camina unida! Este es el título de la última etapa. En la JMJ se vive la comunión de la Iglesia, una comunidad abierta a todos, que acoge a todos y que ama a todos.
Descarga el itinerario
- Presentación
- Primera etapa (9 de marzo): Dios te ama profundamente
- Segunda etapa (12 de abril): No estás solo, mira a tu lado
- Tercera etapa (15 de mayo): ¡La parroquia, tu casa y hogar!
- Cuarta etapa (25 de junio): La diócesis, comunidad de comunidades
- Quinta etapa (31 de julio): ¡Iglesia que camina unida!