Cáritas y Raxoi realojan en pisos a doce sintecho confinados en el Seminario Menor y a dos familias

Doce de las personas sintecho que fueron acogidas en el seminario de Belvís para evitar que permanecieran expuestas al contagio en la calle tendrán que ser realojadas en pisos, a partir del lunes. Luis Calviño, director de Cáritas Interparroquial, explicó que el regreso a las aulas de parte de los alumnos del Seminario Menor obliga a acelerar los trámites para buscarles otro lugar digno donde vivir.

No todos los que están acogidos parecen dispuestos a dar el paso hacia una vida normalizada, pero los doce que han mostrado su interés recibirán «todo el apoyo de Cáritas y del Concello». Calviño explicó que estas personas serán alojadas en pisos públicos, en colaboración con el Concello, y una vez alojados será Cáritas la que mantenga un seguimiento sobre su recuperación. «De lo que se trata es de evitar que vuelvan a la calle, y menos ahora que, en algunos de los casos, han mostrado interés por recuperarse y están dando pasos firmes», explica.

Junto a los doce sintecho de Belvís, entre los que está una familia formada por un padre y su hijo, hay dos familias acogidas provisionalmente y que en los próximos días se trasladarán a nuevos hogares. Se trata de una mujer con dos hijas, y dos personas mayores.

El Concello dispone de tres pisos, en el barrio de Fontiñas, donde serán realojados algunos de los sintecho y las familias. Uno será gestionado por Vieiro, y se destinará a algunas de las personas que están en Belvís. Los otros dos, uno será para una de las familias, probablemente la madre con las dos niñas; y el segundo piso, que tiene cuatro habitaciones y que fue amueblado el martes con urgencia, se destinará a otro grupo del colectivo de los sintecho.

Para completar los alojamientos de las familias y de un pequeño grupo de personas que dormían en la calle se alquilaron otros dos pisos en el centro de la ciudad. El arrendamiento será sufragado por Cáritas durante cuatro meses, que es el plazo que se calcula que tardarán en cobrar las prestaciones sociales que solicitaron. Cuando perciban ingresos deberán asumir también sus gastos. Todos serán objeto de planes de seguimiento para, una vez resuelto el alojamiento, trabajar en su integración social y laboral.

 

Fuente: La Voz de Galicia