La crisis sanitaria del covid no pudo impedir que ayer Ribeira mantuviese vivo el espíritu de la celebración de la Virgen del Carmen, en una jornada marcada por las medidas de seguridad e higiene. El Malecón fue el escenario que albergó una misa en honor de la patrona del mar, gracias a la implicación de la parroquia de Santa Uxía, Ayuntamiento y las asociaciones Alfaia y Amas de Casa de Ribeira.
La ceremonia religiosa fue cantada, a cargo de la Coral Polifónica Municipal de Ribeira y del seminarista de la diócesis compostelana Ange Duhi Patrick, que prestó su voz para acompañar a la formación en la Salve marinera. Tras el oficio no hubo procesión a pie ni por mar, pero varios marineros portearon a la Virgen del Carmen hasta el mirador donde están instaladas unas de las coloridas letras del municipio.
Así, los asistentes pudieron contemplar cómo un barco realizaba la simbólica ofrenda floral para regresar a tierra, donde la celebración fue despedida con la bendición final. A bordo de la embarcación estuvieron la conselleira do Mar, Rosa Quintana, el regidor, Manuel Ruiz, el patrón mayor, José Antonio Pérez, y el párroco ribeirense, Alfonso Mera.
Homenaje simbólico
«Temos que adaptarnos á situación, pero iso non significa que teñamos que deixar de seguir coa vida que tiñamos. Debemos facer o posible con responsabilidade e sen danar a saúde dos demais como norma. Por unha celebración como esta e co significado e importancia que ten o mar para Ribeira, non podemos quedarnos quietos», explicó Mera, defendiendo que no es necesario un gran acto para honrar a la patrona de los marineros.
Fuente: La Voz de Galicia