El domingo 4 de Agosto a las 7 de la tarde, el templo de Santa María de Cambre se quedó pequeño. La ocasión lo merecía, y mucho.
Familia, amigos, compañeros y feligreses de las distintas parroquias donde don Manuel ejerció su ministerio sacerdotal se dieron cita para dar gracias a Dios por haberle elegido presbítero para su Iglesia. También para agradecerle a él haber aceptado la invitación del Señor.
Celebrar las Bodas Sacerdotales de Diamante es celebrar la bondad y el amor de Dios que siempre obra el milagro en quienes se dejan amar por Él.
Han sido 60 años llenos de momentos inolvidables, también de muchos sacrificios y algunas frustraciones.
Años de felicidad y entrega sirviendo a Dios, a la Iglesia, a cada comunidad que le han encomendado: San Pedro de Visma, Verines, Irixoa, Adragonte, Aranga, Cambre, Brexo, Andeiro, San Lorenzo.
Años en los que ha sido faro seguro para su familia y feligreses en momentos de niebla y oscuridad, un pastor con olor a oveja, un hermano, un amigo.
Concelebrando se encontraba don Ismael Velo Pensado, amigo fiel y compañero servicial, quien también celebraba sus 60 años de sacerdocio. Por él y con él también rezamos y dimos gracias a Dios.
Finalizada la Eucaristía, en la huerta parroquial se compartieron unos sencillos pinchos y se brindó al son de las gaitas.
Una jornada emotiva y entrañable para todos. Ahora, en el día a día, hemos de seguir celebrando con la vida, unidos a nuestros pastores, el Amor de Dios.
Oremos para que los siga cuidando como Buen Pastor, a través de cada miembro de sus comunidades, hasta que regresen de nuevo a Casa.
Susana Doval