Diario de un peregino: Sin vergüenza

Con cierta frecuencia se intenta saber cómo anda la fe de la sociedad y, en particular, la de los jóvenes. Al ser un tema recurrente, parece que importa, que inquieta; que no se olvida ni resulta indiferente… Mmm… curioso… Los grandes altavoces de la sociedad dicen que la religiosidad va a menos, que avanza el ateísmo, que Dios ya no tiene sentido… Entonces, en el descanso de la “superbowl” aparece un anuncio sobre la cuaresma.

Puede que la cultura anglosajona, por tradición, haya sido más “lanzada”, menos tímida o carente de prejuicios que la europea para hablar de Dios y de las cosas espirituales. A favor o en contra. Pero que aparezca Mark Wahlberg (el actor de tantas películas de acción) o Jonathan Roumie (el Jesús protagonista de la serie Chosen), invitando a vivir la Cuaresma, deja el balón de la vergüenza en el tejado de muchos crisitanos “silentes”.

No se trata de hacer aspavientos y que se vea quién sigue a Cristo. Pero hay que animar a los mayores, a los jóvenes y a cualquier discípulo del Señor con el ejemplo porque si no, pensarán que los cristianos son seres “asoballados” que miran al suelo pidiendo perdón por existir. De otra parte, crece una nueva evidencia: sin Dios, sin Jesús, la humanidad no va mejor; no le sale. La conciencia, indoblegable, no siempre sale en las encuestas.

Manuel Á. Blanco