Diario de un peregrino: el agua de madre

El mes de mayo ha comenzado. El primer día, se dedica a san José Obrero, tal vez recordando lo difícil que resulta estudiar y trabajar durante la apoteosis primaveral. El buen clima de verano se fragua en mayo, presagiando grandes noches y fiestas inolvidables. Aunque eso era antes, cuando no se necesitaba una dosis elevada de alcohol para disfrutar. Las amistades se tatuaban en el alma paseando por la playa o la montaña.

El gran hilo conductor del mes de mayo lo constituye la maternidad. La fecundidad de la madre tierra en esta época del año se trasvasa a las valientes progenitoras que albergan la vida y la dan a luz. El día de la madre. El mes de la Santísima Virgen. “¡Estebitan! ¿No has olvidado algo?” “Mamá, creo que llevo todo”. El niño repasó: mochila, jersey, merienda… Una chispa iluminó su cara y subió a darle el beso de despedida a su madre.

Una reciente producción de Disney, “Los Eternos” se rodó en localizaciones de Fuerteventura y Lanzarote. En la primera de las islas, se llevó a cabo un complejo proceso restauración ecológica para que el impacto sobre el ecosistema fuese mínimo: asegurando el riego de las palmeras, mejorando el suelo, limpiando flora invasora… Allí, un rincón precioso llamado “Madre del agua” recuerda el valor que adquiere el preciado H2O.

Manuel Á. Blanco