? Diario de un peregrino: el examen

“Más de la mitad de los universitarios gallegos admiten que han copiado en sus trabajos”.  Cuando el padrino de Sofía vio el titular en el periódico, se apresuró a enviárselo a su ahijada por whatapp, para meterse con ella. Días antes ésta le había comentado su agobio con la carrera y cómo había percibido muchas operaciones de plagio en un examen difícil. Pero no había caído en la tentación a pesar del alto riesgo de un suspenso.

Sofía es de esas personas que aún no ha resquebrajado sus principios. Su padrino, hombre religioso, le explicó que cada persona habrá de afrontar, al final de su vida, un examen en el que no se podrá “hacer chuleta”. Porque será delante del Amor más puro y más grande. Porque nada quedará oculto. En noviembre, los cristianos meditamos sobre ello recordando a nuestros difuntos; rezando y, tal vez, pensando en nuestras flaquezas y en las suyas.

En el camino hacia el “Más Allá” pudiera parecer que ciertas cosas no hacen daño a nadie. ¿Qué nos puede estropear un plagio, una mentira, un oscuro o un impuro pensamiento, una omisión, un hacer como todos…? Sofía sabe que se prepara para trabajar bien, sin engaños, sirviendo a los demás. Amando… La gente depositará en ella su confianza. De este modo, ante el momento definitivo, la buena nota del examen ya estará puesta.

Manuel Á. Blanco