Si Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, ¿por qué tiene manos? En una vuelta de tuerca “espacio-temporal”, dicen que Jesucristo es el modelo. Con sus manos, bendice y acoge; trabaja y cura. Últimamente, en la tierra, las manos se transforman en zarpas y puños: disparan armas; escalan verjas de fronteras; se ponen guantes para no “contaminarse” con la “chusma; o teclean máquinas en busca de placeres, comodidad y dinero fácil.
Con las manos hay quien prefiere hacer “chuletas” en los exámenes en vez de dominar las Matemáticas sobre tamaños de trenes y túneles o formular Leyes rectas donde el “sí” es “sí” y el “no” es “no””. Unas manos fabrican globos para espiar superpotencias y otras “achuchan” con amor “de plástico” para obtener confidencias. Ante un terremoto estremecedor, hay manos que rezan, otras se protegen y otras rescatan entre escombros. Manos solidarias.
La ONG católica “Manos Unidas” trabaja desde hace años en la lucha contra el hambre. Un montón de dedos laboriosos y comprometidos; sin ruido de palmas batiéndose en aplausos. Manos que trabajan en equipo entrelazando corazones por un mundo mejor donde no se necesite “llegar a las manos”. El reciente estudio sobre percepciones y espiritualidad en el Camino de Santiago reconoce que existen muchas “manos” llenas de valores.
Manuel Á. Blanco
