EDAP en Santiago de Pontedeume

REFLEXIÓN

El predicador se pregunta primero ¿Qué hacemos aquí?

Recuerda luego el pasaje bíblico cuando le preguntan a Jesús dónde vive y como Él les invita a ver el lugar donde reside.

Señala que Dios invita y luego cada uno decide. No se puede imponer.

Lo importante hay que repetirlo muchas veces y no por ello deja de ser novedoso.

Todas las personas tenemos un pasado, un presente y un futuro; lo más importante es el presente y en ese presente buscamos la felicidad y la felicidad está en el Proyecto de Jesús.

Nuestra historia no es igual a los ojos de los humanos que a los ojos de Dios.

En los salmos se repite la alusión a este proyecto de Dios que se podría resumir en “Gustad y ved que bueno es el Señor…”

Propone como ejemplo a S. Agustín, quien recorrió todos los aspectos de la vida y su alma no descansó hasta que reposó en el Señor.

Hay que estudiar todo para ver lo mejor y lo peor de la humanidad. Ahí tiene que asentarse la Buena Noticia.

Deberíamos quitar todo lo negativo que amarga la vida. Pone como ejemplo la disputa entre Esaú y Jacob cuando el último le arrebata la primogenitura; Jacob le envía regalos para preparar y dulcificar la entrevista  entre ambos. Esaú proclama que “en los regalos no está Dios, en tus ojos sí”.

Tenemos que estar cultivados y la ignorancia no vale. Hay que saber leer la Biblia porque no se puede dar de comer lo que no se tiene.

A continuación se fija en dos pasajes bíblicos: el capítulo 4 del Evangelio de S. Lucas (El espíritu de Dios está sobre mí) y el capítulo 5 del Evangelio de S. Mateo (Las Bienaventuranzas).

Con respecto al primero cita el pasaje en el que las gentes se preguntan ¿qué doctrina es esta? y le abandonan o intentan despeñarle.

La Buena Noticia es gratis pero a veces sus palabras son duras; habla de liberación pero no todos lo entienden igual. Liberación del pecado y de la opresión.

Dios no impone por ley la Buena Noticia.

El cristiano tiene que ser especialista en el Evangelio y en sus ejemplos.

Con respecto al apartado de la Bienaventuranzas indica que no es fácil entenderlas y pueden generar opiniones contradictorias (apunta varios ejemplos).

Si el tesoro es Dios tenemos que aplicarlas en un contexto adecuado. Hay que mirarlas desde el interior y así veremos que otro mundo es posible, que es bueno soñar, tener buenos sueños y poner alas a la vida.

SEGUNDA PARTE

En esta parte se hace un análisis pormenorizado, viendo paralelismos  con las líneas expuestas en las distintas reflexiones, participado por todos los presentes, de los temas que aparecen en el libro de Camino de Fe, los apartados que se incluyen en cada tema y la referencia en el articulado del vigente Catecismo de la Iglesia Católica.

A continuación se estudia, dentro del itinerario de fe del/de la catequista una adaptación de lo expuesto en el segundo pasaje bíblico de  la reflexión (Las Bienaventuranzas) analizando las Bienaventuranzas del Catequista, abriendo luego una rueda de opiniones para que cada persona comente  cuales de ellas creen que marcan carácter por el mensaje que contienen.

Una vez finalizado este torbellino de ideas se reza la oración final y, por último, el ponente Luis Miguel impone a todos los presente la cruz como símbolo de nuestra misión.