El domingo 12 de septiembre, el Papa Francisco clausuraba el Congreso ecuménico eucarístico de Budapest. El Papa ha querido acudir como peregrino de la Eucaristía. El congreso ha dejado interesantes propuestas, como la del Obispo Ortodoxo Hilarión que habló de que la Eucaristía significa conseguir la deificación del ser humano, puesto que al recibir el cuerpo de Cristo, Él fluye en nosotros. Por su parte, Francisco ha dejado titulares de gran interés entre los que está la pregunta de Jesús ¿quién soy yo para ti? Y nos dice que debemos dejar que Él nos cure de las rigideces y del encerrarnos en nosotros mismos, dejar que nos libere de las esclavitudes paralizantes de defender nuestra imagen; que nos inspire a seguirlo adonde Él quiera conducirnos.
Esa posibilidad de acercarnos a Jesús eucaristía y salir de nosotros mismos en Santiago de Compostela está al alcance de todos en la Capilla del Santísimo de nuestra Catedral. O incluso, con más intimidad, en la Capilla del Colegio de las Huérfanas; y, a todas horas, en la Parroquia de San Fernando, donde con el apoyo del párroco y el impulso de Don Julián un grupo de laicos vive la adoración eucarística perpetua.
La transformación de esta parroquia está siendo radical, la gente fluye todo el día a un lugar que está abierto, donde el Primer Vecino de la parroquia (como denominaba Don Manuel Cacheda (QEPD) al gran Jesús que preside la parroquia) está siempre acompañado. Y esta transformación es un soplo de aire fresco para todo el centro de Santiago.
Majolu
