El otro claustro: San Pelayo. Recreo

Aunque de suyo la vida del monje debería ser en todo tiempo una observancia cuaresmal, no obstante, ya que son pocos los que tienen esa virtud, recomendamos que durante los días de cuaresma todos juntos lleven una vida íntegra en toda pureza y que en estos días santos borren las negligencias del resto del año. Lo cual cumpliremos dignamente si reprimimos todos los vicios y nos entregamos a la oración con lágrimas, a la lectura, a la compunción del corazón y a la abstinencia. Por eso durante estos días impongámonos alguna cosa más a la tarea normal de nuestra servidumbre: oraciones especiales, abstinencia en la comida y en la bebida, de suerte que cada uno, según su propia voluntad, ofrezca a Dios, con gozo del Espíritu Santo, algo por encima de la norma que se haya impuesto; es decir, que prive a su cuerpo algo de la comida, de la  bebida, del sueño, de las conversaciones y bromas y espere la santa Pascua con el gozo de un anhelo espiritual. Pero esto que cada uno ofrece debe proponérselo a su abad para hacerlo con la ayuda de su oración y su conformidad, 9 pues aquello que se realiza sin el beneplácito del padre espiritual será considerado como presunción y vanagloria e indigno de recompensa; por eso, todo debe hacerse con el consentimiento del abad.

(REGLA de san BENITO capítulo XLIX: La observancia de la cuaresma)

21:10-21:45: Recreo

Nuestro momento diario de expansión comunitaria, de intercambio de noticias, anécdotas diarias. Somos una familia, nos interesamos unas por las otras, también necesitamos reír, recordar juntas, encomendar situaciones y personas… Tiempo para ejercitar también la paciencia, saber escuchar, coser alguna cosa, leer algún artículo para todas…

San Benito, en la Regla, no estipula expresamente un momento de recreo, sí de lectura comunitaria de las Colaciones y de las Vidas de los Padres (R 42), pero algo debía haber cuando en este capítulo sobre la Observancia de la Cuaresma, nos invita a cercenar algo de las conversaciones y bromas… Otra cosa, si os fijáis la Cuaresma es un tiempo de esfuerzo, sí, pero de gozo, de la alegría en el Espíritu porque se prepara la Pascua, el tiempo en el que estamos ahora.

¿Os encontráis en casa? Estos días seguro que sí… ¿Os comunicáis, compartís? Se trata de un encuentro personal, no virtual. Éste tiene sus ventajas (videoconferencias, clases online, mensajes rápidos para saber cómo estamos cuando no vivimos juntos…), pero necesitamos mirarnos a los ojos, cogernos la mano, estar… ¿De qué color son los ojos de tus seres más queridos?