Encuentro de formación Pastoral Penitenciaria

“Comienza un nuevo curso con renovadas ilusiones, y deseando recuperar espacios de encuentro, después de la distancia impuesta por la pandemia. Queremos acercarnos con las pilas cargadas a nuestros hermanos y hermanas privados de libertad. Este año en la Pastoral Penitenciaria de Santiago de Compostela deseamos concretar el objetivo de la formación, y hemos puesto a andar un cursillo de iniciación al voluntariado. Si bien es cierto que en principio el curso va destinado especialmente a personas que por primera vez quieren desempeñar un servicio en el mundo penitenciario, deseamos convertirlo en un espacio de encuentro y “reciclaje” para todos los que ya estábamos colaborando. También hemos querido abrirlo a personas de las comunidades y de las Cáritas parroquiales, así como de otras entidades, con el ánimo de darnos a conocer, y propiciar una colaboración y un trabajo en red. Deseamos poner nuestro granito de arena para que la cárcel, y en un sentido amplio, la lucha por la inserción social de los reclusos, sea una realidad conocida y querida en la comunidad cristiana y en la sociedad.

El curso se divide en varios temas: los principios en los que se fundamenta la Pastoral Penitenciaria, la identidad espiritual y humana de nuestro voluntariado, una introducción al régimen penitenciario, el conocimiento de la prisión “por dentro”, una iniciación a la escucha activa, y finalmente una exposición de los diferentes carismas y actividades del voluntarido. Deseamos combinar la teoría con la experiencia vivida, y sobre todo, propiciar un encuentro fraterno que contribuya a construir nuestra pequeña comunidad. El curso finalizaría con la Jornada Interdiocesana de Galicia, que proyectamos para el próximo 26 de marzo.

La primera sesión tuvo lugar este pasado 1 de octubre, en la parroquia de San Luis Gonzaga de A Coruña, y contamos con que lo realicen una treintena de personas.

Sin duda este curso no va a agotar ni mucho menos todos los temas, pero sí esperamos que deje un hambre de más formación, y sobre todo de servicio, para los hermanos presos”.

Juan González-Redondo.