Con el eco de las palabras de San Vicente de Paúl —»el año de jubileo es año de regocijo» (Conferencias, 1579)— la Familia Vicenciana de Galicia se congregó el pasado 21 de junio para celebrar el Jubileo 2025, una cita marcada por la espiritualidad, la fraternidad y el compromiso con los más necesitados.
La jornada comenzó en A Raiña, Mesía, donde los participantes compartieron momentos de reflexión profunda y renovación interior. Fue una oportunidad para “acercarse al otro”, como invita el carisma vicenciano, y permitir que el corazón se abra a las distintas realidades que interpelan a quienes siguen los pasos del Maestro.
El encuentro estuvo cargado de emoción gracias al entusiasmo de Víctor Blanco Naveira y a las palabras llenas de ánimo del arzobispo de Santiago, que resonaron con fuerza en los corazones de los asistentes. Todos regresaron a sus lugares de origen llevando consigo la certeza de que “A Raiña sempre está con nós”.
Como broche final, los asistentes se trasladaron a la Escuela de Agricultura Ecológica de Vilasantar, donde, en un gesto simbólico y esperanzador, se plantó un acebo. La iniciativa, liderada por Raquel, selló este jubileo como una semilla de compromiso con la tierra, la creación y el futuro común.
Gracias a todos los que, con su entrega y generosidad, hicieron posible este encuentro de gracia y alegría compartida.
