Inspirados en las palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo, 250 jóvenes de toda España se unirán este verano para ser “sal y luz” en la ciudad de A Coruña. Durante 6 días, la ciudad se llenará de diferentes iniciativas de evangelización, acción social en colaboración con entidades locales y varios conciertos, espéctalos, oraciones…
El encuentro, organizado por el Ministerio Nacional de Jóvenes de la RCCE junto a la Delegación de Infancia y Juventud de la Archidiócesis de Santiago de Compostela, se llevará a cabo del 13 al 19 de agosto de 2024.
Olalla Rodríguez González, responsable del Ministerio Nacional de Jóvenes de la Renovación Carismática Católica en España, hace las siguientes reflexiones sobre este encuentro, que se pueden leer y escuchar en esta entrevista:
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A Coruña es el núcleo más poblado de la Archidiócesis de Santiago. ¿Crees que se necesitan en esta ciudad personas misioneras y actividades de evangelización?
Efectivamente la ciudad de A Coruña es uno de los núcleos de población más importantes, no sólo de la Archidiócesis de Santiago sino de Galicia en general. Y sólo por esto es evidente que se necesitan misioneros y actividades de evangelización para llevar el mensaje del Evangelio a esta ciudad.
Cuando empezamos a pensar en este proyecto, a valorar dónde podríamos hacer un encuentro de misión, donde los jóvenes pudieran salir de Evangelizar, pues rondaban la idea de hacerlo en Galicia y consultando algunas personas, surgió la idea, especialmente desde la delegación de Juventud y desde la delegación de Primera Nuncio, de que este encuentro, aunque quizás lo habitual o más fácil en nuestra mente, lo que primero venía a la cabeza de hacerlo en Santiago, quizás tenía sentido hacerlo en Coruña, porque precisamente porque Coruña es una ciudad que está creciendo a nivel de población, a nivel de movimiento, a nivel de iniciativas en todos los ámbitos, no está creciendo y creo que la Iglesia también está llamada a dar este paso, de que también espiritualmente, pastoralmente, pues puede ser una ciudad que despierte, que despierte con iniciativas nuevas, con dinámicas nuevas, con espacios de Iglesia nuevos, donde la gente pueda encontrar, también en una ciudad tan grande como Coruña, que la Iglesia también ofrece espacios nuevos. Y por eso creemos que sí, que Coruña necesita de esta iniciativa.
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La organización de esta iniciativa corre a cargo de la Delegación diocesana de Infancia y Juventud junto con el Ministerio Nacional de Jóvenes de la Renovación Carismática Católica. ¿Quiénes son las personas que integran este grupo?
Pues este equipo está formado por personas de toda España, en su mayoría jóvenes, entre 20 y 30 años, que han sido llamados por sus responsables y han dicho que sí que estaban dispuestos a servir a los jóvenes de la renovación.
Pero no solo a los jóvenes de la Renovación, sino como es el caso de este encuentro, a cualquier joven que quiera participar de alguna iniciativa, promovida desde la Renovación Carismática o desde otros espacios con los que colaboraremos y que podamos de este modo cumplir lo que creemos que es nuestra misión, que es llevar a todos los jóvenes el amor de Jesús.
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¿Cuál crees que será el estilo o la aportación que este Ministerio de jóvenes puede aportar a esta actividad evangelizadora?
Pues precisamente como comentaba antes, lo principal que nosotros podemos aportar es la frescura a la hora de anunciar el amor de Dios. Si algo vivimos en una renovación carismática, es que nuestro Dios es un Dios que está vivo y que actúa hoy y que su amor es transformador, su amor realmente puede cambiar la vida de los jóvenes.
Y esto es lo que queremos llevar a otros, porque es lo que nosotros mismos hemos vivido. Entonces, no se trata de ir a invitar gente a que participen nuestro movimiento, que está, tienen las puertas abiertas, pero no ese es el objetivo, sino anunciar el amor de Dios y anunciar un amor que es para todos y que tiene el poder de cambiar la vida de cualquier persona.
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La Renovación Carismática está acostumbrada a trabajar con y para los jóvenes. ¿Alguna recomendación para el trabajo pastoral que la Iglesia lleva a cabo con la juventud?
Pues es verdad que nosotros llevamos años trabajando mucho con jóvenes y haciendo diferentes actividades pensadas para ellos, pero seguramente no tendremos recetas mágicas ni ideas que no tengan ya otros movimientos, otras iniciativas de la iglesia. Yo diría que un poco nuestras claves y desde lo que nosotros trabajamos y es lo que podemos compartir, es en primer lugar relacionarnos con los jóvenes desde nuestra propia experiencia personal.
Como decía antes, eso es de los que servimos, además, en sí, ya somos jóvenes y podemos hablar de una experiencia cercana a ellos, pero además una experiencia en la que Jesús nos ha llamado a seguirlo y hemos dicho que sí. Y sólo podemos hablar de Dios desde esta mirada, desde la mirada de uno que ha recibido la llamada de Jesús y seguirle nos ha cambiado la vida.
Entonces, para mí, la primera clave sería esta, el hablar desde la experiencia y desde el testimonio personal. Y la segunda clave que ya vamos viendo desde hace unos años que para nosotros es muy importante, es el pastoreo y el acompañamiento personal a los jóvenes. Muchas veces los jóvenes se mueven por grandes eventos, acuden a convocatorias donde hay mucha gente y, claro, les llama la atención, pues los actos grandes, las cosas atrayentes, eso es inevitable. Pero al final, el siguiente paso es no más importante, una vez se han encontrado con Jesús o a veces se han encontrado con la iglesia, algo les ha llamado la atención, algo les ha hecho, ver que están llamados a más, que pueden vivir algo más, pues empieza un camino. Que es lo difícil, lo difícil es ese camino. Y en ese camino los jóvenes necesitan mucho acompañamiento y un acompañamiento que no sea sólo un grupal, sino que sea personal, que cada joven pueda encontrar a alguien, con quien realmente puede abrir su vida, pueda conocerse de verdad y conocer a Dios de verdad, porque a veces para conocer a Dios de verdad necesitamos mediadores. Y nosotros vemos que en este tiempo ese papel como mediadores entre los jóvenes y Dios en el sentido de acompañarlos en lo concreto de su vida, pues es fundamental. Eso sería un poco nuestras claves.
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Vais a desarrollar una serie de iniciativas durante los días de esta misión en A Coruña. Compártenos vuestro planteamiento. Creo que el programa incluye alguna actualización “estrella”…
Lo que tenemos previsto durante estos días es desarrollar distintas actividades que se van a concentrar sobre todo entre el 14 por la noche y el día de 17 de agosto y que intentan ofrecer espacios que sean abiertos para toda la familia, para personas que puedan encontrarnos en esos días o personas que ya nos conozcan, que sean de la iglesia, que se quieren acercar a compartir con nosotros.
Todos esos días del 15 al 17 por las tardes en el paseo marítimo y en otras zonas de la ciudad, estaremos haciendo actividades pensadas tanto para niños como para adultos, a las que invitamos a todo el mundo a que se pueda acercar. Y luego por las noches tendremos algunas actividades pues un poco más grandes, a donde invitaremos a todo el mundo que nos vayamos encontrando esos días a participar.
Entre ellas destacaría especialmente la noche del 14 que vamos a ofrecer un espectáculo gratuito de un malavarista, Paul Ponce ha estado en los círculos y espectáculos pasos importantes del mundo,
entre ellos el Circo del Sol y además él tiene una experiencia de conversión muy fuerte. Esta actuación la verdad es que es impresionante porque él combina todo lo que sabe hacer a nivel profesional con un testimonio muy potente de vida.
Así que invitamos a todo el mundo que quiera poder participar en este evento y luego también las noches del 16 y del 17 haremos dos actividades abiertas.
El 16 es un concierto o la acción en la calle y el 17 haremos una actividad que algunos conocerán ya, que es una adoración en la parroquia donde se invita a gente a participar, en este caso se harán en varias parroquias simultáneamente de la ciudad y también invitamos a quien quiera que pueda acercarse a vivir un tiempo de oración con nosotros.
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¿Qué huella o qué frutos os gustaría poder dejar en A Coruña?
La verdad es que si pienso en la huella que me gustaría que esté encuentro dejase, podría soñar muchas cosas, que muchas personas se encuentran con Jesús, que se acercase en la iglesia, que encontrasen una vida nueva, que empezasen un proceso, un camino de seguimiento, que hubiese reconciliaciones, de unas personas con otras.
Pero si hay algo con lo que me quedo, si tuviese que elegir sólo una cosa con la que sueño, que me gustaría que ocurriese a raíz de encuentro, es un poco lo que decía al principio, que ocurriese un verdadero despertar espiritual para la ciudad de A Coruña. Es decir que la gente de su ciudad y los que ya se consideran de la iglesia, a los que ya están cerca de Jesús y se sienten parte de la iglesia, pudiesen realmente sentirse llamados, a levantarse y a ver que hay una llamada, a poder ponerse movimiento en su propia ciudad, que si hay algunos que están adormecidos, desanimados, desesperados, en nuestra Iglesia de A Coruña, pues que estos se sientan interpelados, motivados, impulsados, a seguir adelante y a despertar en ellos un nuevo ardor, una nueva pasión por llevar a otros en mensaje del Evangelio.