Gracias a la generosa y preciosa acogida de D. Víctor Sánchez Lado y de la comunidad parroquial de S. Cayetano, cuatro sacerdotes estudiantes en las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra hemos podido hacer el camino de Santiago en la Semana de Pascua 2022.
Después de vivir con gozo la Pascua del Señor nos pusimos en camino hacia la Casa del Señor Santiago.
El martes 19 de abril, después de celebrar la Eucaristía en la iglesia parroquial de S. Cayetano, Agustín Cambeiro (gran amigo de la segunda Comunidad del Camino Catecumenal de S. Cayetano) nos llevó hacia Ferreiros para comenzar nuestra peregrinación. Después de conseguir el primer sello (100km) rezamos junto la Iglesia de Ferreiros la oración de bendición del peregrino que aparece en la credencial.
Al llegar a Portomarin comimos y seguimos nuestra peregrinación. Aquel día tuvimos una pequeña conmoción: en Castro de Castromaior nos cayó una granizada espectacular… Quien realmente lo gozó y lo disfrutó fue Jezer (sacerdote filipino) que rebosaba de alegría. Llegamos ya avanzada la tarde a Arzúa.
El miércoles 20 de abril salimos prontito para recorrer nuestro camino. Nos encontramos con muchos peregrinos. Mientras rezábamos el Rosario se nos acercó un peregrino que rezaba con nosotros.
Cuando terminamos, nos presentamos y aquel peregrino era un sacerdote (D. Juan, párroco de Puerto de Sagunto) que iba con los jóvenes de su parroquia también haciendo el camino. Fue una gran alegría ver cómo el Señor nos unía en el camino, bajo un sol radiante, con tantas personas.
En Mellid degustamos una ración de pulpo. Llegamos después, de una agotadora jornada, a Arzúa, comimos y en la tarde concelebramos en la Iglesia Parroquial. Desde entonces fuimos 8 o 9 sacerdotes concelebrantes.
El jueves 21 de abril salimos de Arzúa rumbo a O Pedrouzo. Aprovechábamos para hacer visitas al Señor en el Sagrario cuando pasamos por las bellas iglesias románicas del camino. Comimos en O Pedrouzo y concelebramos en la Iglesia Parroquial.
El viernes 22 de abril la alegría fue desbordante en medio de los evidentes dolores del camino… Por la mañana salimos de O Pedrouzo rumbo a la Casa del Señor Santiago.
Al llegar al Monte del Gozo experimentamos la razón de dicho nombre. Nuestro paso cansado se hizo entonces más alegre… Al escuchar el sonido de la gaita sabíamos que, con el auxilio del Señor, estábamos llegando.
Fue impactante el encuentro con la fachada de la Catedral en la Plaza del Obradoiro. Pletóricos de alegría fuimos a la oficina del peregrino a pedir nuestra Compostelana. Volvimos a la Catedral para entrar por la Puerta Santa y rezar por fin ante la tumba del Apóstol Santiago. Rezamos el Credo y pedimos especialmente por nuestro amadísimo Papa Francisco. Al salir fuimos a comer.
En la tarde, ya limpios, fuimos a la Catedral. Es una joya preciosa no sólo por lo que contiene (el Señor Sacramentado y los sagrados restos del Señor Santiago) sino por lo bien cuidada que está. D. Elisardo Temperán nos acogió con inmenso cariño, concelebramos en la Misa del Peregrino de las 19h30, vimos en acción el botafumeiro y después de la Eucaristía, D. Elisardo nos mostró y nos explicó toda la riqueza catequética del Pórtico de la Gloria. Caminamos bajo los soportales de la ciudad medieval.
El sábado 23 de abril pudimos visitar la exposición del Maestro Mateo, el museo y las cubiertas de la Catedral. Fue una experiencia fascinante. Aquel día comimos con D. Víctor (que había llegado de su curso de retiro).
Cuánto aprendimos de D. Víctor, sacerdote joven (85 años), alegre y enamorado… Nos contó sus recuerdos romanos y nos dijo, porque le preguntamos, que la receta para estar así: joven, alegre y enamorado era la oración y la dirección espiritual.
En la noche concelebramos en la Eucaristía con las comunidades del Camino Neocatecumenal y así terminamos nuestra bella y hermosa aventura, porque el domingo 24 salimos en la mañana rumbo a nuestra querida Pamplona para seguir los estudios que nuestros Obispos nos encomendaron.
D. Daniel Ureña, de la diócesis de Ciudad Obregón (México).
D. José María Ayma, de la diócesis de Oruro (Bolivia).
D. Jezer Tristán de Vera, de la diócesis de Lingayen-Dagupan (Filipinas).
D. Bolívar Batallas Vega, de la diócesis de Ibarra (Ecuador).
Fuente: Parroquia de San Cayetano