Ni el frío ni pandemia alguna frena a los cristianos de las comunidades de San Paio de Brexo y Santa María de Cambre. Niños y mayores celebraron con gozo, cánticos y palmas, la Eucaristía de Reyes en ambas parroquias.
La LUZ vino al mundo para alumbrar las tinieblas. A sus seguidores nos toca ahora alumbrar las tinieblas que nos tocan vivir llenándolas de amor fraterno, esperanza, ilusión y alegría. Hemos de ser estrella que guíe a los demás al encuentro del Señor, el único Rey. ¡Qué hermoso cuando todo esto se vive en comunidad!
Después de una larga noche, fría noche de trabajo, no quisieron regresar los Magos de Oriente a sus países de origen sin antes pasar a adorar al Niño Dios y a saludar a los feligreses de estas parroquias.
Nos dijeron que, para ellos, encontrarse y conocer a Jesús fue la mayor riqueza de su vida. Nos desearon que también lo sea para nosotros y nos invitaron a seguir, con mucha alegría, celebrando la fe y, sobre todo, viviéndola a través del amor a Dios y a los hombres.
Después de repartir regalos a cada niño de la catequesis regresaron a sus lugares de origen por otro camino. Ojalá nosotros, después de este día, vayamos también por otro camino, por el camino que el Señor nos vaya mostrando.
(En todo momento se cumplió el aforo de los templos y las normas sanitarias, incluso los Magos eran “burbuja”)