Frangullas de convivencia familiar: jueves 23

El confinamiento permite a las familias distribuir el tiempo personal y colectivo y aprovechar para realizar actividades que se desean pero que no siempre se pueden realizar: compartir las tareas de la casa, jugar juntos, ver una película en familia, dedicar tiempo a escuchar a tu cónyuge, hijos, padres…, en definitiva, comunicarse.

El calor del hogar, el ejemplo doméstico, es capaz de enseñar muchas más cosas de las que pueden decir las palabras (Benedicto XVI)

¿No vale más la vida que el alimento y el cuerpo que el vestido? (Mt 5, 25)