Hogar BoanoiTe muestra lo que es la acogida de una puerta abierta

Para una gran mayoría de personas ser feliz requiere de cosas cotidianas y sencillas como una cama, un televisor y algo rico que saborear, Para otras, estas tres cosas son, simplemente, un lujo.

No hay un perfil para aquellos a los que la vida condujo un día a una situación de sinhogarismo, sin una cama, un televisor, un aperitivo o una familia con la que contar para dar un paso adelante. Con ellas en mente, asociaciones del tercer sector idearon propuestas para intentar dar solución a una problemática que deshumaniza a quien la vive y a quien la observa.

Una de esas iniciativas es ‘Housing First’, cuyo objetivo es reinsertar en la sociedad a personas sin un techo a través de una alternativa habitacional. En este marco, el Ayuntamiento de A Coruña firmaba esta semana un convenio con Provivienda por el cual 20 personas de este colectivo accederán a un hogar.

Ésta no es la primera iniciativa en A Coruña. La Asociación BoanoiTe puso en marcha en junio de 2013 el proyecto Hogar BoanoiTe, “un hogar para las personas en situación de sinhogarismo y en la última etapa hacia su vida autónoma”, tratando “de construir un lugar donde encontrar una red de apoyo y acompañamiento”, señala la presidenta de la entidad, Sara Alvar.

El primer paso

Todo empezó con una vieja casa  en Mesoiro, alquilada con fondos de Cáritas de la parroquia de San Francisco de Asís. Una casa que los voluntarios de la asociación –creada en 2010– se afanaron en adecuar para hacerla habitable.

Desde septiembre de 2015 el hogar que quería crear BoanoiTe se sitúa en el antiguo Padre Rubinos fruto de la colaboración entre ambas entidades. Hasta ahora ha acogido “a más de 100 personas”. Actualmente “cuenta con ocho plazas y se acoge a personas que han sido derivadas por los recursos sociales con los que trabajamos en red a través de un informe social y previa entrevista de valoración”, indica Alba Vázquez, educadora social del proyecto.

Rutina estructurada

Vázquez señala que el día a día “se caracteriza por una rutina estructurada y un ambiente de apoyo mutuo. Se fomenta la participación en tareas diarias de mantenimiento del Hogar, promoviendo la responsabilidad y el sentido de comunidad. Hay tiempo para el descanso y actividades recreativas y ocupacionales como huerto o carpintería”.

Su tarea consiste en “apoyar a los usuarios en la gestión de trámites administrativos, búsqueda de empleo y desarrollo de sus proyectos de inclusión social”. Todo de forma personalizada, pues “este es un momento clave para avanzar en los objetivos personales”, subraya la educadora.

Con los años, el equipo de BoanoiTe ha enfrentado alegrías y sinsabores porque el colectivo al que atienden no es una rara avis, es cualquiera, usted mismo que lee estas líneas, con unas malas cartas de la vida y cada uno lo gestiona como puede. Los triunfos, eso sí, saben a gloria. Alba recuerda a una persona que llegó en una situación de extrema vulnerabilidad. En su estancia, y con el esfuerzo del equipo y de la persona, fue posible estabilizar su situación, ayudarle a encontrar un empleo y acceder a una vivienda “Este éxito refleja el impacto positivo de trabajar en equipo, con dedicación y empatía”, afirma.

Colaboraciones

Para llevar a cabo esta labor titánica, la asociación cuenta, como especifica su presidenta, con un convenio nominativo anual con el Ayuntamiento. Este año han contado con la Fundación La Caixa para un proyecto y reciben apoyo de socios, donantes y de eventos a favor de la entidad.

Alba puntualiza que en “A Coruña a hay un gran trabajo en red que facilita la intervención de las entidades”. Hogar BoanoiTe trabaja con los Servicios Sociales del Consistorio, otras ONG de la ciudad y con instituciones educativas. Pese a este fuerte tejido asociativo, el alza de personas en situación de pobreza obliga a visibilizar para concienciar y seguir creciendo.

Alba apuesta por “fomentar la educación sobre el sinhogarismo para tomar conciencia desde una edad temprana” y Sara llama a los medios a “desmentir estereotipos erróneos” sobre las personas sin hogar actuando con rigor protegiendo su dignidad y, por supuesto, a la comunidad para involucrarse en el voluntariado.Nunca es tarde si hay ganas, ellas lo saben bien, ya que llevan 14 años luchando contra la invisibilidad de algo que está en las calles de esta ciudad.

 

Fuente: elidealgallego.com