La Asamblea marca  una nueva etapa para Cáritas Diocesana

  • Monseñor Prieto Fernández: “La caridad no es una mera tarea asistencial, sino que pertenece a la esencia irrenunciable de la iglesia”
  • Pilar Farjas presentó las líneas estratégicas y el nuevo equipo
  • Más de tres centenares de voluntarios se dieron cita en Compostela

El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández, durante su intervención en la  Asamblea General Extraordinaria de Cáritas Diocesana, insistió en que “la caridad no es una mera tarea asistencial, sino que pertenece a la esencia irrenunciable de la iglesia”. Por su parte Pilar Farjas Abadía, en su condición de directora diocesana, presentó las líneas estratégicas de actuación  para el presente mandado y dio a conocer el nuevo equipo directivo que le acompañará en la misión que le fue encomendada.

Agentes diocesanos

En dependencias del Colegio La Salle se reunieron más de tres centenares de agentes – voluntarios y técnicos -, procedentes  de las Cáritas que integran la institución a nivel diocesano. La Asamblea rindió un homenaje de gratitud al equipo que durante trece años  marcó las líneas de actuación  de la entidad para trabajar a favor de las personas más necesitadas. El que fuera director diocesano, José Anuncio Mouriño Raño, recibió la Pro Ecclesia et Pontifice, que le entregó el arzobispo

Oración

La reunión se inició con la oración que dirigió  Santiago Fernández, delegado episcopal, en la que recordó que  “los creyentes somos los invitados a ser sal y luz en un mundo que olvida ser chispa y salero. Un mundo que le da la espalda a la luz para recrearse muchas veces en la oscuridad y la ceguera”. Señaló que se debe salir al encuentro de los hermanos, “en especial de los marginados y olvidados por una sociedad que muchas veces vive en la cultura del descarte, que busca su propio bienestar”

El trabajo de ayuda

En su intervención monseñor Prieto Fernández, recordó una frase pronunciada por una persona que fue atendida en un centro diocesano: “Cáritas no te deja”, señalando, “porque acoge, escucha, acompaña, te pone en pie  y te ayuda a caminar por ti mismo”.

El  prelado señaló que el servicio de la caridad en la Iglesia “ha de ser realizado por personas movidas ante todo por el amor de Cristo, personas cuyo corazón ha sido conquistado por Cristo con su amor, despertando en ellos el amor al prójimo. Un amor al hombre alimentado en el encuentro con Cristo”.

Monseñor Prieto hizo hincapié en que “la caridad cristiana no es un simple voluntariado social, ni una fraternidad universal impregnada de voluntarismo y de esfuerzo. La caridad es don de Dios, don de su Espíritu que hace posible darse uno mismo: un servicio que hace humilde al que sirve y no humilla al otro. El que ayuda es ayudado”.

“El grupo de Cáritas actúa en nombre de la comunidad y es parte integrante y fundamental de la misma”, mencionó, añadiendo que “la comunidad ha de respaldar, animar, apoyar, sustentar a Cáritas, como Cáritas ha de actuar sabiendo que lo hace en nombre y representación de la comunidad”.

Ejemplo a seguir

Para el presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, la entidad de Santiago es un ejemplo a seguir en la Confederación “por el amplio trabajo que desarrolla y los programas que pone en marcha”. Animó a los agentes a seguir desarrollando su labor y misión, y agradeció al delegado y director, que finalizaron en sus cargos ,la “gran labor llevada a cabo durante tantos años”.

Agradecimiento

De manos del arzobispo de Santiago, José A. Mouriño Rañó, que fuera director diocesano, recibió la Pro Ecclesia et Pontifice, que le fue concedida por el trabajo a favor de la Iglesia y que le había solicitado el arzobispo emérito  Barrio. El presidente de Cáritas Española, entregó a Jesús García Vázquez, hasta ahora delegado episcopal, la insignia de oro e de la institución.

Anuncio Mouriño agradeció la distinción señalando que “durante estos años hicimos lo que teníamos que hacer y que se fundamentó en ayudar a las personas más necesitadas”. Recordó a los voluntarios que habían formado parte de sus distintos equipos y les agradeció el trabajo desarrollado.

Equipo y líneas estratégicas

La directora, Pilar Farjas Abadía presentó al nuevo equipo directivo integrado por las siguientes personas:

  • Santiago Fernández González (Delegado Episcopal)
  • Pilar Farjas Abadía (Directora)
  • Josefina Monteagudo Romero (Secretaria General)
  • María Eugenia Lado Lema (Recursos Humanos)
  • Ángel Dorrego Leal (Recursos Económicos)
  • María Enriqueta Rivas Lombardero (Economía Social y Formación Socio-Laboral),
  • Íñigo Arranz Roa (Programas de Atención Social)
  • Javier García Sánchez (Comunicación)
  • Antonio González Cid (Orientación Jurídica)
  •  María Fe Rodríguez López (Personas Privadas de Libertad)

En cuanto a las líneas estratégicas de actuación indicó que con ellas se busca mejorar los protocolos de funcionamiento para que generen unas dinámicas de organización más ordenadas. Mencionó al referirse a las  de organización a la actualización de los estatutos, el voluntariado, la gestión de las personas que trabajan en Cáritas, donaciones y aportaciones y los ejes transversales de acción para la promoción de derechos.

En lo relativo a las transversales de acción, señaló las siguientes:

-Mantener la apuesta por la cobertura de necesidades básicas-dignidad y normalidad- que es clave en la historia de Cáritas, “algo en el que se tiene larga trayectoria, pero debemos transitar hacia modelos más dignos en relación con la persona a la hora de cubrir esas necesidades básicas”.

La soledad (falta autonomía  social), como eje transversal, vinculada a los distintos colectivos pero especialmente a las personas mayores y a los menores de edad. Insistió en que debe estar en el modelo de acción de Cáritas y “a lo largo de toda la metodología de intervención social como una línea vertebral”.

– El empleo (trabajo digno) como herramienta fundamental para acabar con dependencias y la falta de autonomía de las personas atendidas.  “La inserción laboral”, dijo, “debe ser el fin último de nuestra actuación y se seguirá apostando por las empresas de inserción y toda aquella iniciativa que faciliten la inserción de personas vulnerables”.

La vivienda (hogar) que va más allá del espacio físico la entiende como la creación de hogares. Por lo que señaló que se continuará apostando por los albergues y los pisos de transición, “pero también con iniciativas que apuesten y promuevan el alquiler social y  la y mejoras de las viviendas de las personas que atendemos para dignificarlos.

Durante la su intervención destacó que se encontró una Cáritas Diocesana con saldo positivo en sus cuentas y que su apuesta será lograr la autosuficiencia financiera.

Se centró en que en esta etapa es fundamental la animación comunitaria y el voluntariado

La Iglesia en Siria

A modo de ponencia conjunta- “La acción social de la Iglesia Católica en Siria”- y  como espacio de formación, tres miembros de la parroquia de San Francisco de Asís de A Coruña, padre Natalio Saludes, fraile franciscano, Alejandro López Carballeira, subdirector de Gestión de los Servicios Informativos de CRTVG y Pablo Villaverde, voluntario de los proyectos sociales de la Orden Franciscana, presentaron la realidad de la Iglesia Católica en Siria. Viajaron el pasado verano a aquellas tierras  y “allí descubrimos una comunidad viva, llena de fe y entusiasmo por reponerse de las duras heridas de la guerra y el terrorismo”, señalaron.

Al hablar de la zona de Alepo indicaron que es un desierto arruinado “que llevará una generación reconstruir”. “Esta ciudad”, subrayaron, “está ahora despojada de color, reducida a grises escombros de hormigón milla tras milla”. A través de sus diversos proyectos, Cáritas Siria ha ofrecido diferentes tipos de ayuda: alimentos y artículos básicos, educación, apoyo a los ancianos, apoyo psicosocial a los niños y asistencia con la vivienda, “ya que la guerra ha excluido a la mayoría de los sirios de cualquier fuente de ingresos”.

Constataron que la crisis humanitaria de Siria ha producido más de 6.5 millones de refugiados en países vecinos. El número de víctimas de esta guerra fratricida –dijeron-ha llegado a más de 400 000, “estos datos no reflejan realmente todas las pérdidas que se están registrando en este conflicto”.

Los niños y la asistencia

Mencionaron historias personales relatadas por Cáritas haciendo hincapié en una niña llamada  Amal que se siente feliz en Alepo, donde la familia se refugió huyendo de los ataques en Homs. Cáritas dirige dos centros infantiles en Alepo en los que los niños son educados en un ambiente seguro y agradable, aprendiendo poco a poco a procesar el trauma de la guerra.

La entidad entrega los medicamentos y lo hace como parte de un programa destacaron- que tiene como objetivo ofrecer medicinas fundamentales a 800 personas mayores en situación vulnerable, así como cirugía para salvar vidas a miles de personas durante los últimos años.

“La interminable guerra ha dejado una población profundamente consternada por el dolor y el trauma, y ha empeorado gravemente los problemas comunes de la pobreza, la soledad y la precaria salud de la generación más anciana de Siria” mencionaron.

Cáritas de Alepo, destacaron, pone un énfasis especial en ayudar a las personas mayores “para que salgan, hagan amigos y se diviertan”. El equipo organiza regularmente encuentros en los que los residentes más mayores comen juntos y disfrutan con juegos, música y baile. El proyecto, destinado a llegar a 300 personas, ya está teniendo un impacto muy positivo en la salud mental y emocional de estas personas.

Dieron a conocer una frase muy significativa pronunciada por un franciscano: “Nos envían muerte y les devolvemos vida. Nos arrojan odio y devolvemos amor”

Eucaristía

El arzobispo presidió una Eucaristía en la  iglesia conventual de Nuestra Señora del Carmen,  concelebrada con el delegado episcopal y sacerdotes consiliarios de Cáritas. Durante su  homilía monseñor Prieto pidió a los agentes de la institución que  sigan manteniendo la  vocación samaritana seguir acompañando a los necesitados y que encuentren su camino”. Insistió en que  en que toda la Iglesia, la comunidad parroquial  y la comunidad cristiana “tienen que ser  Cáritas”.