La documentación del monasterio de Seavia, en Coristanco

  • PATRIMONIO RELIGIOSO | Nueva entrega del historiador del arte Luis Ángel Bermúdez Fernández

El monasterio de Seavia, como hemos visto en un artículo anterior, tras ser suprimido fue anexionado a San Paio de Antealtares (en Compostela), que percibiría en adelante todas las rentas y beneficios. Por el mismo motivo, toda la documentación pasó a custodiarse en su archivo, donde todavía permanece, aunque algunos legajos se perdiesen por los avatares del tiempo. En ellos se halla alguna información inédita, todavía por tratar y estudiar profundamente.

Gracias a los libros de fábrica parroquiales, depositados en el Archivo Histórico Diocesano, se sabe que la fundación de la capilla de la Virgen del Rosario de As Salgueiras, en principio dedicada a san Antonio, fue promovida por el clérigo Antonio Rodríguez Villanueva en 1685. Teníamos noticias, también, de la ermita de santa Ana o de la de san Roque de Nogueira, vinculada a las Torres. Sobre esta última era desconocido el dato, descubierto gracias a la documentación del antiguo monasterio, de que en el siglo XVI estaba dedicada a la santa Cruz y que hubo la intención por parte de la familia de su fundador, Francisco Bermúdez, de convertirla en iglesia parroquial ante el abandono de la abadía. Así se puede ver, con fecha de 1559, en uno de los libros de pautas de Antealtares: «Capilla de Santa Cruz que había edificado Francisco Bermúdez, señor del coto de Nogueira, junto a su casa. Reconocimiento y allanamiento de quitar el campanario y campana, ni consagrarla para parroquia».

Aun así, el monasterio siguió actuando como centro espiritual de Seavia, siendo atendido por un clérigo presentado por la abadesa de San Paio de Antealtares. Junto al recinto monasterial existía ya un núcleo pequeño de población, «desembargo que hizo este monasterio a Pedro de Camafreita, vecino de la aldea y feligresía de san Mamed de Seavia, en que al presente vivía y moraba, que está detrás de la iglesia del monasterio de Seavia» (documento de 1560).

Los habitantes de esta aldea y todos los que vivían en las propiedades del monasterio debían no solo aportar unas rentas anuales, sino también ayudar con su trabajo a la hora de recoger las cosechas de la abadía: «En cada un año habéis de ayudar a majar […] en la eira de dicho monasterio de Seavia con las yeguas que tuvieredes» (1560). El monasterio no poseía propiedades ni en cantidad ni en extensión, la mayor parte de ellas —según los foros y otras escrituras del siglo XVI— estaban localizadas en Bergantiños y puntualmente en otros arciprestazgos circundantes. Algunas de sus tierras se localizaban en Vilar de Suso y Ceide (Sísamo), Buxán, Segufe, Amboade y en A Abelenda (Seavia); también en Goiáns, Xaviña, Oca, Traba, Erbecedo, Couso, Baiordo, Centiña, en Sinande (Sofán); en Restande (Trazo); Cícere o en Padreiro (Santa Comba). Algunas de ellas mantenían, en su forma de denominarlas por aquel tiempo, la vinculación con el antiguo monasterio: esto lo podemos comprobar en un apeo del coto de A Abelenda A Vella, de 1539, donde aparece el microtopónimo del «cotón do Outeiro do Frade», también en Centiña se encontraban «las heredades do mosteiro».

El camino «francés»

En la demarcación de Centiña, así como en otros apeos de unas heredades en Sísamo o Baiordo de 1560, aparece un camino llamado «francés». Se desconoce si pudo ser una antigua vía de peregrinación o de simple conexión de Bergantiños con Compostela. Este itinerario, posiblemente, vendría de la costa, pasaría por la citada parroquia de Sísamo; en Coristanco continuaría por el núcleo actual de San Roque, subiría por Centiña hacia Seavia y, desde ahí, hacia Compostela por tierras xalleiras: «Leira de Pumadelo que hay en dicha agra de Sísamo, que vay ao longo de otra leira […] e por el vendaval vay ao longo por el camino francés […] en la ¿beira? de la casa do Outeiro». «Ítem mas otro tarreo do cabradoiro que jaz en brazo con la leira da Nogueira e vay topar no camino francés con el ¿? Casal da belleira», «Ítem mas la mitad de la leira da Carreira que por la travesía topa con el camino francés la parte del vendaval topa en la heredad de Monicaces». (Baiordo).

 

Artículo publicado en La Voz de Galicia