La entretela. La alegría del extrovertido

Estos días, a partir de la exhortación apostólica Evangelii Gaudum, el Papa nos dice que el “Evangelio es una sonrisa”por eso “este es el momento de volver al Evangelio para descubrir que Cristo «es siempre joven y fuente constante de novedad»”y que los “los primeros que deben ser evangelizados somos nosotros, cristianos”, porque como cristianos “deben ser abiertos y expansivos, los cristianos deben ser “extrovertidos”, y este carácter suyo proviene de Jesús, que ha hecho de su presencia en el mundo un camino continuo, dirigido a alcanzar a todos, incluso aprendiendo de ciertos encuentros suyos

Al dirigirse a los sacerdotes hispanos en USA dice el Papa, algo que es aplicable, a cualquiera que quiera estar alegre; a Cristo “hay que buscarlo en la Escritura y en el Evangelio, en la adoración silenciosa; hemos perdido un poco el sentido de la adoración, tenemos que encontrar al Señor en el silencio de la adoración” y recomienda realizar “Adoración, silencio eucarístico e intercesión ante el Sagrario. Y después sí, servicio. Pero es como el pingpong, una lleva a la otra, una lleva a la otra.” porque lo que corresponde a una vida cristiana es “Oración sencilla, palabra cercana, acogida fraterna y trabajo perseverante. ¡No se reserven!”

En otros momentos, el Papa se ha centrado en cómo se presta ese no reservarse, y dice, a los participantes en la conferencia promovida por la Pontificia Academia mariana internacional, que existen tres puntos; primero “el silencio, la actitud de escucha, para acoger en el corazón la voz del Amado, Palabra eterna del Padre, y es una actitud de todos, ...” ; segundo “la mística, que es un trato con Dios que nace de esa actitud de escucha, de esa lectura encarnada de la Sagrada Escritura. Una experiencia, …que … quiere decir salir de sí, salir de nuestras comodidades, del yo egoísta que busca siempre dominarnos. Se trata de hacer espacio a Dios, para que, dóciles al Espíritu Santo, el aposentador del Rey, podamos recibirlo en nuestra casa.”; y tercero “la misión… Normalmente no somos conscientes de la fuerza de la oración de intercesión en nuestras vidas

En su catequesis de 22 de noviembre, y también a los participantes en la conferencia organizada por el dicasterio para la causa de los santos habla de la alegría que se genera desde la santidad que une, y lo expresa así “ cuando Dios llama al individuo, es siempre por el bien de todos, como el caso de Abraham y Moisés, de Pedro y Pablo. Llama en singular para una misión. Como Jesús, el Buen Pastor, que llama a cada oveja por su nombre, y busca a las perdidas y las devuelve a los pastos” y el Papa dice que es porque es una respuesta de convencer e interceder la que sale al que es llamado.

Pero además de la santidad que lleva a crear comunidad, está la que surge del martirio como el caso de Asia Bibi encarcelada por ser cristiana, o la santidad familiar que el Papa define como “la santificación, camino comunitario que se logra de dos en dos” por “parejas de esposos santos, en dónde cada uno de los cónyuges es instrumento para la santificación del otro” y añade que esa santidad se nutre de la santidad particular de dos personas distintas, y de una santidad común en la conyugalidad, lo que implica una multiplicación, y no una mera suma, de la donación personal de cada uno, que se comunica. El Papa pone como ejemplo al matrimonio formado por Jozef y Wiktoria Ulma y sus siete hijos, todos mártires por acoger a judios durante el nazismo y recientemente beatificados.

Por último, en estos días, el Papa explica para que surge esta santidad en el mundo y dice “la llamada no es un privilegio, nunca. Nosotros no podemos decir que somos privilegiados en relación con los otros, no. La llamada es para un servicio. Y Dios elige uno para amar a todos, para llegar a todos.

También para prevenir la tentación de identificar el cristianismo con una cultura, con una etnia, con un sistema. Así, más bien, pierde su naturaleza verdaderamente católica, es decir para todos, universal: no es un grupito de elegidos de primera clase. No lo olvidemos: Dios elige a alguien para amar a todos. Este horizonte de universalidad. El Evangelio no es solo para mí, es para todos, no lo olvidemos. Gracias.

Resumiendo lo recogido, dice el Papa que, “el anuncio cristiano es alegría para todos” y es “como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable. La Iglesia no crece por proselitismo sino “por atracción”»”

Llega el adviento con alegría.

María Puy