La entretela: Me arriesgo

Conscientes de la importancia de llevar al Señor Vivo en el Corazón el Papa nos exhorta a movernos, y a movernos de un modo nuevo y original:

En primer lugar, recuperando la frescura original del Evangelio, recorriendo nuevos caminos, recurriendo a métodos originales, recurriendo a otras formas de expresión que actualicen las palabras en el mundo. Y para ello que mejor que rezar un poco, viendo que dice el Señor en el Evangelio y….dejarse llenar de su inspiración.

En segundo lugar, promoviendo la unidad, que pasa por la libertad de dejar actuar al espíritu: Proponiendo retos, aunque estos requieran la re conversión de lo existente ante las nuevas realidades, centrándose en lo básico, que es atender a los descartados por la economía o por la cultura contemporánea, sin temor a recorrer nuevos caminos, porque el Papa nos invita a arriesgar.

La unidad requiere un camino sinodal, en el que podemos aprender a escucharnos, rezar y caminar, para que, tras escucharnos, rezar y caminar el Señor nos diga que es lo que se debe hacer.

En tercer lugar dejándose convertir en sembradores de esperanza, es decir, siendo el fermento de Dios en medio de la humanidad, y diferentes a aquellos que sólo son sembradores de optimismo.

Si el mensaje cala…la Iglesia será más cuerpo de Cristo porque no se trata de ejercer el poder, sino amar la vida viendo en cada ser humano la imagen de Dios y esto aparece en los pequeños detalles.

En conclusión, los desafíos existen para ser superados, la experiencia personal me hace presente, que cuando, en mi día a día, me pongo a aplicar lo que el Papa dice a otros en el entorno en que me encuentro, yo siempre recibo más de lo que doy.

 

María Puy