La entretela: Vivir a contracorriente. Seamos Tiernos

Esta cuaresma se puede vivir contracorriente, a través de una actividad tan sencilla, como la que el Papa ha compartido en estos días previos a irse de retiro, para la preparación de la Pascua.

Se trata de compartir un acto de ternura, dirigido a aquellas personas que realmente necesitan saber que alguien está cerca de ellos, alguien capaz de aportarles esperanza y fe cuando flaquean.

Seamos sencillamente imagen de la ternura de Dios.

La ternura de Dios es necesaria en este mundo, es un acto de cercanía que destaca porque denuncia y ataca a la cultura imperante centrada en la indiferencia y el descarte del pequeño.

Es un mensaje sencillo de aplicar. Porque se trata de un servicio tan personal como es dar de una caricia que salga del corazón. Y dice el Papa que esa caricia puede hacer más bien que cualquier dinero que satisfaga una necesidad temporal(que ojo no se descarta, sino que es un acto, que por si solo es más imperfecto).

El Papa lo desarrolla diciendo que conviene atender al otro como Dios nos cuida a cada uno, e insiste que nos conviene ser imagen de Cristo. Imagen de Cristo, como la que encontramos al leer el Evangelio (El Papa siempre invita a tener cerca un evangelio).

En el Evangelio aprendemos a reconocer la imagen de un Dios que se hizo buen samaritano de los pequeños y de los marginados necesitados de gracia. La imagen de quien dio su perdón a todos, hasta entregarnos la vida.

La cercanía entre personas, que permite la ternura de una caricia dada desde el corazón, lleva sencillamente a vivir, a vivir siendo imagen de quien nos creó a su imagen.

 

María Puy