El departamento de Pastoral penitenciaria ha elaborado el dossier la «Sinodalidad desde la Pastoral Penitenciaria» para llevar el Sínodo a las cárceles. En este documento se recogen los diez núcleos temáticos que ofrece la secretaría del Sínodo adaptados a la realidad penitenciaria.
Objetivo de la Pastoral penitenciaria: escuchar a los no tienen voz
Con esta iniciativa se quiere facilitar uno de los objetivos del Sínodo: dar voz a los excluidos. Y entre ellos están las personas privadas de libertad. Este caminar juntos que ha iniciado la Iglesia en octubre 2021 quiere ser una oportunidad para escuchar a los que habitualmente no tienen voz.
Así lo especifica el manual editado también por la secretaría del Sínodo, «debemos llegar personalmente a las periferias, a los que han abandonado la Iglesia, a los que rara vez o nunca practican su fe, a los que experimentan pobreza o marginación, a los refugiados, a los excluidos, a los que no tienen voz, etc» (4.1 Vademécum). A la vez que pide que se haga un esfuerzo por «llegar a las periferias y a aquellas voces que rara vez se escuchan” (3.1. Vademecum).
Los presos también son sinodales
El departamento de Pastoral penitenciara responde a este petición haciendo llegar a cada una de las cárceles, a través de los capellanes y voluntarios, estos materiales en los que se pregunta a los presos, entre otras cuestiones, de manera directa “si se sienten Iglesia”, “si la Iglesia los juzga”, “si las celebraciones en la cárcel les dicen algo”, o “si se sienten escuchados por la Iglesia”.
De momento, más de 200 presos -de 20 prisiones- son ya sinodales, pero el número sigue creciendo. Así, el Sínodo se convierte una nueva oportunidad para visibilizar el mundo de la cárcel y su entorno, que es el objetivo en el que lleva trabajando durante años este departamento de la CEE, integrado en la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social.
Fuente: Conferencia Episcopal Española
