No fue el 30 de enero, tampoco por Semana Santa, ni siquiera por el Día del Apóstol, pero la bautizada como Porta Santa de Fisterra por fin se ha abierto. Se hizo ayer, coincidiendo con la llegada de la Cruz de Lampedusa a la localidad. Símbolo de inmigrantes y refugiados, está de peregrinación por la comarca, habiendo pasado ya por Carballo o Cee y con previsión de que pueda verse después en Vimianzo.
Ayer fue recibida frente al colegio Mar de Fóra de Fisterra y acompañada en procesión hasta la iglesia de Santa María das Areas. Fue allí, durante la misa, cuando el sacerdote John Paul Britto Celestine anunció la intención de abrir la que él denomina como Puerta del Perdón. Desde el exterior, en presencia de la cruz y de los numerosos feligreses que hasta allí se acercaron, abrió esa entrada al templo fisterrán.
Muchos fieles y colectivos vinculados al Camiño de Fisterra venían solicitando desde principios de año que se abriese el pórtico, coincidiendo con el Xacobeo, y efectivamente se llegó a fijar una fecha, pero la explosión de la tercera ola del coronavirus aplazó el acto. Más tarde fue la falta de cura lo que dilató el proceso, pero cuando finalmente el padre Britto tomó las riendas de la parroquia este pidió «calma» y «paciencia» para hacerlo debidamente y en el día adecuado. Y ese día fue ayer: «Nos pareció un momento especial y adecuado», explicó el sacerdote. La puerta estará abierta antes de cada misa y también ofrecerán a los fieles la posibilidad de confesarse antes de la liturgia.
Fuente: La Voz de Galicia
