- Empresas y particulares entregaron 2.600 kilos de alimentos y 11.500 litros de leche y batidos
Si algo de positivo tiene esta crisis sanitaria provocada por el covid-19 es que ha logrado aflorar una gran ola de solidaridad con los más desfavorecidos por este desastre social y económico sin precedentes.
Y en Cáritas de Bergantiños, con base en Carballo y que engloba, además de la capital de Bergantiños, el Concello de Coristanco y las parroquias larachesas de Soutullo, Montemaior y Golmar, están siendo testigos más que directos de este apoyo en las últimas semanas por parte de «supermercados, empresas, cafeterías, panaderías, particulares…», que se vuelcan con la entrega de donativos, tanto «en especie como en metálico», tal y como explicó ayer la educadora social de Cáritas Bergantiños, Maite Prieto Martín. «Ahora mismo tenemos 2.000 kilos de alimentos no perecederos, a los que hay que sumar hoy [por ayer] una entrega de 7.200 litros de leche, 4.000 de batidos y 600 kilos de magdalenas por parte de un supermercado. También hay que añadir que estos días nos donaron otros 300 litros de leche, precisamente un producto del que andábamos un poco escasos», indicó. Y añadió: «Gracias a toda esta solidaridad de la gente de Carballo y de la zona podemos decir que tenemos algo con lo que hacer frente en la próxima entrega de alimentos, prevista para los días 8, 9 y 10 de junio».
La Cruz Roja entrega a la entidad entre 15 y 20 toneladas de productos en cada reparto
En Cáritas Bergantiños ya distribuyeron el día 8 de este mes las últimas remesas de la partida que le corresponde a la entidad por volumen de población por parte de Cruz Roja, una cuantía que suele rondar las 15-20 toneladas de productos no perecederos. De hecho, ahora mismo en el almacén de Cáritas solo hay como existencias las donaciones solidarias efectuadas por empresas, autónomos y particulares de Carballo: «Estos 2.000 kilos de productos no perecederos, esta leche, estos batidos y estas magdalenas es lo que tenemos para entregar el 8, 9 y 10 de junio, a la espera de poder completar los lotes con la próxima entrega por parte de Cruz Roja».
La situación se ha vuelto tan complicada en este colectivo que el término «entregas extraordinarias» ha dejado literalmente de existir por culpa del coronavirus. Ahora en Cáritas Bergantiños hablan de entregas, a secas. Y es que el escenario provocado por la pandemia ha dejado en un abrir y cerrar de ojos a 1.151 trabajadores de la Costa da Morte en la cuneta, entre los meses de marzo y abril. De ellos, 392 en Carballo y 57 en Coristanco. En muchos casos, los perjudicados tienen hijos pequeños a cargo y sin ingresos, salvo los subsidios derivados de los expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE) y del cese de actividad en el caso de los autónomos; unos ingresos, por otra parte, que dejarán de tener vigencia, si todo marcha según lo previsto por parte del Gobierno, el próximo 30 de junio.
Noventa familias más en el censo de ayuda humanitaria, hasta las 270
Un dato preocupante es el que hace referencia al número de usuarios inscritos en Cáritas Bergantiños: «Antes de esta crisis sanitaria teníamos 180 familias beneficiarias, a día de hoy son 270 y mucho nos tememos que se van a ir incorporando más en los próximos meses», dijo Maite Prieto. Estas 270 familias aportan unas mil personas. Entre ellos, pequeños autónomos y asalariados del sector de la construcción y la industria auxiliar y personas que trabajan en los mercadillos al aire libre, dos de los sectores más golpeados por una crisis que empieza a adquirir tintes bíblicos. Cabe recordar que Cáritas Bergantiños llegó a atender a 400 familias en el año 2011; es decir, tres años después de que comenzara la crisis económica. Ahora son 90 más para un censo de 270, pero en apenas mes y medio de pandemia. Los datos no pueden ser más reveladores y, sobre todo, demoledores.
Fuente: La Voz de Galicia