El domingo 25 de agosto, los matrimonios responsables de los Equipos de Nuestra Señora (ENS) en Galicia se reunieron en A Raiña para tejer juntos un día de oración, celebración y preparación del próximo curso.
La jornada comenzó con una cálida acogida por parte de la comunidad parroquial de Cabrui, con quienes compartieron la eucaristía en un ambiente de fraternidad y recogimiento. Posteriormente, el sacerdote Víctor Blanco Naveira recibió a los participantes en A Raiña, haciendo sentir a todos como si estuvieran en su propio hogar. Su casa se convirtió en un espacio abierto para reuniones, comidas compartidas y momentos de esparcimiento, donde cada gesto parecía susurrar la esencia del carisma de la acogida.
Para Xosé Manuel Domínguez Prieto y María Asunción de la Fuente Cid, miembros de ENS Ourense, la experiencia fue maravillosa: un recordatorio tangible de que la Iglesia es un abrazo que trasciende comunidades y fronteras, un refugio donde la fe y la amistad se entrelazan con naturalidad.
En A Raiña, aquel domingo no solo se planificó un nuevo curso: se celebró la calidez de sentirse en casa, el murmullo sereno de la oración compartida y la poesía silenciosa que brota de la fraternidad vivida.
