Mons. Barrio: “La Puerta Santa como símbolo se ha cerrado, pero sigue siempre abierta la Puerta que es Cristo, Camino, Verdad y Vida”

  • Clausura del Año Santo Compostelano

El cierre de la Puerta Santa en la Catedral de Santiago de Compostela ha supuesto en la jornada de hoy, marcada por el fallecimiento del Papa emérito Benedicto XVI, el final del Año Jubilar 2021-2022, una apertura que no volverá a repetirse hasta 2027, cuando se celebrará un nuevo Año Santo.

Antes de la ceremonia se llevó a cabo un repique manual de las campanas de la Catedral, a cargo de la Asociación Cultural Campaneiros de Galicia.

Después del Rito inicial en la Catedral de Santiago, el Nuncio de su Santidad en España, Bernardito Auza, ha dado lectura al mensaje del Papa Francisco que con motivo de la Clausura del Año Santo ha enviado al arzobispo compostelano.

A continuación, en procesión se dirigieron hasta la plaza de la Quintana, saliendo por la Puerta de Platerías, para entrar por la Puerta Santa y en la que mons. Julián Barrio Barrio, ha procedido a cerrar la Puerta Santa con llave pasadas tras orar, de rodillas primero, y de pie, después, ante ella.

Acto seguido, y ya en el interior de la Catedral de Santiago, el arzobispo ha presidido una Eucaristía en honor de la virgen Peregrina y en conmemoración del final del Año Santo, acompañado del Nuncio de su Santidad en España, del cardenal Rouco Varela, de su obispo auxiliar, de los obispos de la provincia eclesiástica, miembros del cabildo catedralicio y vida consagrada, sacerdotes y numerosos fieles.

La Santa Misa, en la que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, actuó como delegado Regio ha estado llena de referencias al Año Jubilar. Mons. Julián Barrio se ha dirigido a los fieles en una homilía en la que afirmó que “el Año Santo Compostelano a lo largo de la historia ha ido conformando muchos de los aspectos de la cultura, contribuyendo a ampliar la visión moral y suscitando cuestiones de interés existencial que van más allá de los planteamientos éticos, sin ocultar miedos e insatisfacciones”.

Señaló que estaban todos presentes en esa Eucaristía de clausura: “niños, jóvenes, adultos y mayores con el Apóstol Santiago se  han acercado al Señor para hablar con Él en la celda interior de su alma” pues -continuó – “este Año Santo ha ayudado a purificar la fe, revitalizar la religiosidad y renovar la vida cristiana”

El prelado aludió al gran número de peregrinos que llegaron a Santiago a pesar de las enormes dificultades vividas a lo largo de los dos años que ha durado como la pandemia o la guerra de Ucrania a los que “la Iglesia compostelana les ha animado a ser testigos del amor de Dios para que su vida brille por la verdad que hace libres y la caridad que resplandece en la bondad y en la compasión”

“Cuántos peregrinos han llegado con las partituras de sus vidas incompletas unas, con notas disonantes otras, pero después todas armoniosamente interpretadas en la clave de la gracia divina pues la fidelidad y la misericordia de Dios duran por siempre” apuntó el arzobispo compostelano. “La Puerta Santa como símbolo se ha cerrado, pero sigue siempre abierta la Puerta que es Cristo, Camino, Verdad y Vida. Su Luz nos hace ver la Luz que nos compromete a llevar el Evangelio a todos y a mejorar las condiciones de vida de este mundo, llevando la fe a la vida de cada día”.

Mons. Barrio mostró su agradecimiento por lo vivido a lo largo de este Año que termina: “a Deus de quen procede todo ben, agradezo ao Santo Pai o seu alento no acontecer espiritual deste Ano Santo e a sarrúa mensaxe. O meu recoñecemento e agradecemento ao Sr. Bispo Auxiliar, sacerdotes e membros da vida consagrada, ao Cabido Metropolitano, aos confesores, ás relixiosas, aos organistas e á coral da Catedral, aos servidores do altar, ás persoas empregadas e voluntarias, ás persoas de seguridade, aos membros das Forzas e Corpos de Seguridade do Estado, aos membros da Policía Local, aos medios de comunicación, ao persoal médico e sanitario, que contribuíron xenerosa e dispoñiblemente á organización e bo funcionaento da programación pastoral. Igualmente desexo manifestar a miña sinceira gratitude á Xunta de Galicia, ao Delegado do Goberno, e ao Concello de Santiago polas axudas e servizos prestados para unha boa acollida dos peregrinos”.

El arzobispo de Santiago ha recordado al Papa emérito Benedicto XVI, que visitó Santiago con motivo del Año Santo de 2010: “Hace doce años nos visitaba y quedaba admirado ante el Pórtico de la Gloria”, la misma gloria que ahora le ha deseado en su viaje definitivo. Su admiración, ha recordado mons. Barrio, se había plasmado “con todo el sentir religioso y también humano”.

La Eucaristía finalizó con el abrazo emocionado del arzobispo de Santiago, mons. Julián Barrio, a la imagen pétrea del Apóstol Santiago que preside altar de la Catedral.

Durante la ceremonia se interpretaron diferentes piezas del compositor gallego Juan Durán (Premio da Cultura Galega 2013 y Premio Reina Sofía de Composición 2018), encargadas con motivo de la celebración del Año Santo.